De todo han tenido que escuchar a lo largo de la mañana los encargados de las redes del Festival de San Sebastián después de que los aficionados al cine, miles, comenzaran a tener problemas en la compra de entradas desde las 9 horas y constataran después que resultaba imposible comprar nada porque se había caído el sistema.
Tanto los que hacían cola en el Kursaal como quienes estaban en casa se han dado el madrugón en vano y, lo que es peor, la mañana del domingo ha quedado supeditada a un ejercicio tan común y aparentemente sencillo como es la adquisición de unas entradas.
El Festival se ha disculpado, ha anunciado que a las 12.30 horas se reanudaría la venta y mientras ardían las redes algunos dudaban si abandonar la causa o mantenerse firmes en su afán cinematográfico.
A partir de las 13 horas y con suma lentitud, tal y como han reconocido desde el Festival, se ha reanudado la venta de entradas y, como se ha dicho, de todo han tenido que escuchar los encargados de las redes del Zinemaldi.
No es el primer año que pasa. Algunos ya anunciaban que ocurriría como siempre y otros (los más educados) parodiaban la situación en twitter. «¿Os ha pillado por sorpresa que la gente quisiera comprar entradas?» Realmente es lo más fino que se ha leído en la red.
Habrá que ver si el otro asunto relativo a las entradas, el del equilibrio entre acreditados y aficionados, que fue muy comentado el año pasado, no da problemas en esta edición.
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