La Federación de Sanidad de Comisiones Obreras de Euskadi ha dado a conocer la sentencia dictada el día 12 de junio por el juzgado de lo social de Donostia, que da la razón a la trabajadora que se negó a preparar una medicación en la residencia donde trabajaba.
El juzgado de Donostia ha reconocido que preparar la medicación es tarea del personal de enfermería y que independientemente de cuál sea la titulación que tengan, no es una de las labores que realizan las gerocultoras. Al hilo del testimonio de otra trabajadora de la residencia, reconoce la sentencia que “cabía el riesgo de equivocarse en la persona a la que debían de proporcionar el medicamento”. Finalmente, el juzgado ha declarado como improcedente el despido.
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