Las Juntas Generales han dado luz verde hoy al PIGRUG 2019-30, es decir, al plan de residuos, en una sesión cercana a las tres horas en que cada grupo ha mantenido su posición y en que sólo algunos han nombrado la palabra «incineradora», que quedó excluida de determinados ámbitos como respuesta al runrún de la calle. La Norma se aprobará definitivamente en el pleno del 6 de marzo una vez que hoy se han echado atrás las enmiendas a la totalidad de Ahal Dugu-Podemos y EH Bildu.
Con la aprobación de hoy desde PNV y PSE-EE han insistido en dar por zanjada la polémica mientras la oposición ha hecho hincapié en la falta de participación («las decisiones ya estaban tomadas»), ha expresado Ione Cisneros, también en la gestión privada de las infraestructuras y sólo al final en la salud. También ha salido a colación la manifestación convocada por GuraSOS el 23 de febrero.
Ha sido el diputado José Ignacio Asensio el que ha vuelto a dar cuenta del plan cuyos desafíos están instalados en la prevención, la gestión sostenible, la economía circular y el cambio climático. «En los próximos meses habrá unas infraestructuras que van a dar un soporte avanzado y sostenible a los residuos. Por primera vez Gipuzkoa tendrá una gestión que respete la jerarquía comunitaria y con la valorización por delante del vertido. Es más: un sistema sin vertederos».
«Para finales de marzo», ha continuado el diputado, «el Centro Medioambiental de Gipuzkoa comenzará funcionar recibiendo la fracción resto y se aumentará la recuperación de materiales. Esto mejorará en siete o ocho puntos el reciclaje que estará por encima del 55%. Al comienzo de la legislatura era del 42%».
En su turno Ione Cisneros, juntera de Podemos Ahal-Dugu, sí se ha referido a la incineradora. «Dicen que estaba incluida en los programas, pero repetir una mentira no la hace verdad. Y nunca se ha votado si queremos o no una incineradora y más aún con gestión privada. En 2002 ya se habló de lograr una gestión pública con una incineración limitada». La juntera ha criticado que se iniciaran procesos participativos cuando las obras ya estaban en marcha.
Punto polémico ha sido cuando Cisneros ha asegurado que a la maquinaria le acompañará un decrecimiento de las cifras de reciclaje, posibilidad que han negado tajantamente desde los grupos impulsores de la misma y desde el popular, también favorable al PIGRUG y sus infraestructuras.
El juntero Iban Asenjo de EH Bildu ha enumerado las entidades que han negado el favor al PIGRUG, que son unas cuantas, a causa de la incineradora, y al igual que otros miembros de la oposición se ha decantado por no dar la causa de los residuos por zanjada.
El popular Juan Carlos Cano ha defendido que PNV y PSE-EE se han limitado a hacer lo que anunciaron, incluido el hecho de iniciar primero las obras y adecuar posteriormente el PIGRUG, y ha valorado especialmente la desaparición de los vertederos. Además ha achacado a «gestiones anteriores» el hecho de que el manejo de los residuos gipuzkoanos quede en manos privadas.
Desde el grupo de los Socialistas Vascos Susana García Chueca ha asegurado que no serán menos de 35 las cuestiones que durante estos meses han puesto en duda la legalidad del plan «y en todas se ha demostrado la improcedencia de las reclamaciones presentadas». «En el colmo del cinismo EH Bildu habla de vulnerar la legalidad», ha atacado, añadiendo que los abertzales no han presentado ni una enmienda parcial. También ha puesto en duda el plan presentado por GuraSOS porque ha considerado a Antton Lete, el autor del trabajo, «poco imparcial».
Aunque lo más destacable de su discurso es que la juntera socialista ha criticado a la oposición calificándola de «irreponsable» por transmitir mensajes sobre afecciones a la salud «cuando no hay ni uno fiable». En este punto, además de que ha considerado a los médicos como parte interesada, se ha referido a la incineradora de Valdemingómez, «que es vieja», y de la cual se dice que no afecta a la salud. «Asustan a la ciudadanía sin rigor científico», ha culminado Chueca.
Muy claro, también, ha sido el juntero Xabier Ezeizabarrena Saenz, de Eusko Abertzaleak-Nacionalistas Vascos ha recordado que ya en 2015 el PNV fue a las elecciones defendiendo la incineración. «Son las mejores tecnologías disponibles no sólo para la valorización, sino de principio a fin. Hacen falta las infraestructuras y por fin las tenemos. Y tenemos más de la mitad de los votos«.