Han sido 130 las alegaciones presentadas a la Ordenanza de Pisos Turísticos en que trabaja el Consistorio y el volumen y complejidad de las mismas hará que la aprobación de la normativa en el pleno se retrase hasta febrero, tal y como ha anunciado hoy el alcalde Eneko Goia.
La complejidad viene dada de los intereses contrapuestos que genera la ordenanza y como ejemplo ha citado el alcalde las alegaciones presentadas por Aparture, la asociación de apartamentos turísticos, y las de Stop Desahucios, que tienen un ánimo bien distinto.
Después del estudio y respuesta a todas las alegaciones, algunas de las cuales quedarán reflejadas en el texto de la ordenanza, llegará el turno de enmiendas para los grupos.
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