La Diputación destinará este año 206.218.356 euros -16 millones más que el año pasado- para la red de servicios sociales en cuatro campos de acción claves que suman un total de 8.410 plazas conveniadas -con 245 plazas nuevas- en 302 centros. Así lo dio conocer ayer el diputado general, Markel Olano, en el marco de una visita junto a la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, a la residencia para personas mayores Aita-Etxe, en el barrio donostiarra de Ategorrieta.
Las cuatro áreas son prestación de servicios a personas mayores dependientes, prestación de los servicios destinados a personas con discapacidad, atención de menores en situación de desamparo, así como convenios de colaboración con entidades del ámbito de la inserción social y el empleo de personas en riesgo de exclusión y víctimas de violencia machista.
Peña explicó que se destinarán 115.563.935 euros para la prestación de diversos servicios a personas mayores dependientes (6.122 plazas) con objeto de dar servicio en residencias (4.565 plazas de las cuales 545 son en unidades psicogeriátricas en 66 centros) y en centros de día (1.557 plazas en 63 centros)
En segundo lugar un total de 43.563.935 euros serán para la prestación de personas con discapacidad (1.576 plazas conveniadas), más concretamente para la prestación de los servicios de residencia (863 plazas en 62 centros), y centros de día (713 plazas en 32 centros).
En tercer lugar se otorgarán 28.472.535 euros para la atención de menores en situación de desamparo en pisos y en otros centros especializados con 317 plazas en 33 centros de 9 entidades.
Peña avanzó también como cuarto punto que se destinarán 18.617.951 euros para los convenios de colaboración formalizados con diversas entidades que operan en el ámbito de la inserción social y el empleo de personas en riesgo de exclusión, y en el de las víctimas de violencia machista. En total serán 645 plazas en 59 centros de 9 entidades.
La residencia Aita Etxe, que lleva 15 años en funcionamiento, es una villa romántica con el encanto de principios del siglo XX. Ubicada junto al reloj de Ategorrieta, esta residencia pequeña y familiar tiene capacidad para 27 personas (con 17 plazas conveniadas y 10 privadas), con una media de edad de 88 años. “Nuestra política se basa en una atención centrada en cada persona, personalizando la atención a cada residente. Trabajamos con las personas, pero también con la familia desde el momento del ingreso, fomentando la participación de las familias e implicándolas en el cuidado del residente”, explicó en el transcurso de la visita la directora de Aita-Etxe, Belén Gutiérrez, añadiendo que todo eso es posible gracias a “un equipo estable, formado e implicado”. “Y en cuanto a la casa, tratamos que no recuerde a un hospital, todas las habitaciones son distintas. El salón da acceso a un jardín de 600 m2 y éste a su vez tiene acceso sin barreras a una zona peatonal silenciosa y muy bien comunicada”.
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