El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó a Rusia de lanzar bombas de fósforo blanco contra la población civil, un arma química que está prohibida por el derecho internacional por los graves daños que provoca. Genera profundas quemaduras que llegan hasta los huesos y que pueden volverse a activar tras retirar las vendas, según HRW (Human Rights Watch).