En una edición, si cabe más especial, se ha celebrado el 10º aniversario de San Sebastián Moda Festival. Una celebración cargada de emociones y de echar una vista atrás para recordar los comienzos de un evento que ha conseguido ser referente en nuestra ciudad.

Yo no he conocido los inicios de aquel mayo de 2013 pero si he tenido la suerte de formar parte del equipo de Gipuzkoa de Moda durante muchos años como estilista y solo tengo buenos recuerdos. Mucho trabajo, mucho esfuerzo pero grandes momentos vividos y que no voy a olvidar nunca. Os podéis imaginar que para mí también ha sido muy especial esta edición.

Como en otras ocasiones, los desfiles y “fashion shows” estaban presentes en diferentes ubicaciones de Donostia. El miércoles la Plaza Easo de Amara daba el pistoletazo de salida con uno de los desfiles más populares del evento, donde comercios donostiarras daban a conocer las propuestas de la temporada estival de la mano de las propias clientas de las tiendas; el viernes tocaba el turno al Centro Comercial Garbera donde las diferentes marcas que lo albergan presentaban looks para el próximo verano.

Uno de los momentos más aclamados es el desfile en el majestuoso Museo San Telmo. Un enclave único para un evento como este. Alex Vallejo Joyeros y Sastrería Aldabaldetreku repetían una edición más y se estrenaban los comercios La Central, Berriz y Manila.

Pero sin duda uno de los desfiles más esperados, edición tras edición, es el que tiene lugar en la casa del maestro, el Museo Balenciaga de Getaria. Siempre reúne a numerosos rostros conocidos del sector textil, de la política y ciudadanos donostiarras amantes de la moda que no quieren perderse la cita.

Con motivo del 10º aniversario, San Sebastian Moda Festival reunía a diez de los diseñadores que han pasado en estos años por el Museo Balenciaga. Sophie et Voilà, Kutxa Kultur, EsFascinante, The 2nd Skin Co, Juan Vidal, Santos Costura, YolanCris, Otaduy y la donostiarra Isabel Zapardiez. Aunque Teresa Helbig no desfilo fue también una de las homenajeadas.

Isabel Zapardiez no solo ha desfilado en el Museo Balenciaga sino que ha sido una de las marcas habituales en los desfiles del Museo San Telmo en las ediciones anteriores. Como ella misma decía «para mí es un desfile doblemente especial, por estos diez años de participación y por todo lo que hemos evolucionado en este tiempo» y en el backstage bromeaba diciendo: “es el primer desfile de toda mi carrera que voy a ver desde fuera”. Fuera o dentro, Isabel nunca defrauda y sus diseños fueron aplaudidos por todos los presentes.

La diseñadora donostiarra aprovechaba esta ocasión especial para sacar a la luz su nueva propuesta nupcial y dar continuidad a Nébula, la colección presentada en la semana de la moda de París.

La nueva colección amplia el universo de Nébula manteniendo el mismo hilo conductor que da unidad a todas las propuestas: la inspiración en el mundo estelar y las nebulosas. Isabel Zapardiez lo lleva a las prendas nupciales a través de juegos de tejidos, bordados, aplicaciones… consiguiendo sensaciones etéreas.

Nebula Bridal mantiene toda la esencia Couture que caracteriza la marca: la riqueza de los materiales y la costura detallista, además de muchos otros elementos. Así mismo, sorprende con su visión innovadora, ya que hace guiños a las tecnologías de vanguardia. Zapardiez incorpora en algunos diseños aplicaciones realizadas mediante impresión en 3D. Con estas pinceladas, comienza a explorar un nuevo terreno para desarrollar novedosos conceptos creativos, siempre enfocados a la confección artesanal. La diseñadora se adentra en el uso de estas tecnologías porque «nos brindan más posibilidades a la hora de crear piezas especiales, que de otra forma no sería posible; pero sobre todo», afirma, «aportan cualidades técnicas, a la hora de conseguir nuevos acabados y de evitar añadir demasiado peso a las prendas».

I

sabel reflejaba el enigmático mundo de las nebulosas en el ámbito nupcial a través de diez impresionantes looks impregnados de la esencia de la casa. En la nueva colección la diseñadora quiere englobar una gran pluralidad de estilos y servir de inspiración a quien busca un vestido o una prenda singular. Para ello integra en un mismo concepto vestidos, pantalones, chaquetas, y otras prendas que se pueden adaptar a medida de las preferencias.

La colección respira costura, sofisticación e innovación, a partes iguales. Se identifica claramente la filosofía Couture de Nébula. La misma riqueza de tejidos, los bordados, la confección artesanal, las puntadas detallistas… todo esto se combina en prendas muy elaboradas.

La sensación general que dejan las propuestas es etérea, como de caminar entre nubes. Los volúmenes se aplican con ligereza, así como las trabajadas pedrerías, que ayudan a mantener el “efecto nebulosa” jugando con sensaciones estrelladas, como de pequeñas luces.

En cuanto a colores, predominan los blancos luminosos, matizados por los brillos y las transparencias, combinándose con algunos toques de color en texturas y complementos.

Destacan prendas icónicas, como un pantalón palazzo íntegramente bordado, que constituye un clásico entre los patrones de la casa. También hay camisas de organza, faldas de largo midi y faldas con amplio volumen, que son sello habitual de la diseñadora.

Uno de los diseños más significativos es un vestido con plisado soleil confeccionado en una organza extremadamente fina, con exquisitas aplicaciones bordadas en tul y un juego de larguras y transparencias que consigue dar un movimiento etéreo a todo el conjunto: “me transmite la sensación de ensoñación y de ligereza que ha inspirado toda la colección” explica Isabel.

La colección mira al futuro haciendo guiños a la tecnología de vanguardia y adentrándose en un nuevo terreno que se está empezando a explorar. Isabel Zapardiez incorpora en algunos diseños aplicaciones realizadas directamente sobre las telas, mediante impresión en 3D con tecnología Polyjet de Stratasys. El trabajo se ha llevado a cabo en colaboración con la empresa guipuzcoana Pixel Sistemas, distribuidora de esta tecnología.

Una de estas aplicaciones se ha realizado de forma sutil, enfatizando la hombrera de un vestido bordado de corte sirena y línea minimalista. La otra, se ha integrado con mayor protagonismo en el vestido que cerraba el desfile. El diseño, de inspiración Balenciaga, consta de una falda princesa de gran volumen confeccionado en tafetán de seda con una gran cola desmontable y un crop top impreso en 3D sobre un tejido de crepe, consiguiendo textura de pinchos. Para la diseñadora este “es un vestido diferente que mantiene la esencia Costura, pero mira también al futuro, a lo nuevo. Nos habla de una mujer femenina pero fuerte y rotunda”.

En la nueva colección Isabel Zapardiez prosigue su búsqueda de innovación en los procesos de confección, patronajes y tejidos: “Yo creo que para nuestras clientas una colección es un lugar de inspiración y para nosotras es un lugar de creación”.

Como veis, una celebración por todo lo alto con la moda vasca como protagonista. Por muchos años más. Zorionak!

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