Fotos: Santiago Farizano

¡Hola a tod@s! Si os digo que la moda no deja de sorprenderme ¿me creéis? Hoy hace una semana Stiloskopio estuvo en la exposición de arte y moda emergente más importante de Europa en el Azkuna Zentroa de Bilbao. Una muestra que recogía el trabajo de los 31 finalistas de la VI Edición de BIAAF – Bilbao International Art & Fashion, concurso bienal de referencia. Tan importante es que este año se han batido todos los récords posibles con 1.673 inscritos provenientes de 90 países. Os cuento que BIAAF es una plataforma dedicada a descubrir, apoyar y lanzar diseñadores emergentes de moda de todo el mundo que demuestren en sus creaciones altas dosis de talento, innovación y creatividad.

De inicio me llamó mucho la atención cómo estaba pensada la muestra, diseñada en exclusiva por el estudio de arquitectura Zorrozua y Asociados, y que presentaba los diseños de los finalistas entre andamios a modo de pasarela. Una obra en construcción, se podría decir, donde lo que más destacaba era el talento de estos jóvenes diseñadores y sus creaciones, todas ellas inspiradas en el mundo del arte y seleccionadas por un jurado profesional y de gran bagaje en el mundo de la moda.


Entre los aspirantes a ganadores, en juego 25.000 euros en premios, se encontraban estudiantes de las 10 mejores escuelas de moda del mundo: Central Saint Martins, Parsons, London College of Fashion, Shenkar, Fashion Institute of Technology, Polimoda o Istituto Marangoni. Esto como muestra del nivelazo que hay. Otro detalle: de los 31 finalistas, una decena de españoles. Y sólo 3 ganadores.

En la categoría de mejor diseño de prenda de vestir, la colombiana Gabriela Grajales sorprendió con unos vestidos diseñados con cápsulas de café recicladas. Otra vez, sostenibilidad y moda yendo de la mano. Una colección original, geométrica y colorida, a la que ha llamado “Proteo” con claras referencias al arte islámico y al carácter transformador del ser mitológico marino. Personalmente, me recuerda mucho a los diseños de Paco Rabanne en sus inicios.

El británico de origen japonés Jimmy Junichi se alzó con el premio al mejor diseñador de accesorios y complementos. Su colección “Reconstrucción” rediseña el zapato clásico con una nueva forma de construcción del mismo, pero manteniendo métodos artesanos de confección.

Eneko Iturbe fue el ganador en la categoría especial de mejor diseñador vasco. El de Elgoibar presentó “Terre”, una colección de líneas clásicas con guiños a lo tradicional. Un trabajo reflexivo y personal elaborado con lanas tradicionales de la sastrería clásica, forros de rayón con tornasolados a dos colores y dibujos de jaquard.

Pudimos hablar un poquito con Eneko, que nos dijo que siempre suele “tener de referentes a grandes arquitectos y escultores, artistas con gran recorrido para ver cómo han evolucionado y compaginar esos conceptos con temas y artistas más actuales”. Esta vez se ha inspirado “en los años 50 y en los volúmenes y siluetas que trabajaban Dior y Balenciaga, y en la sastrería tradicional”.

Agradece la compensación económica del premio que supone una gran ayuda, ya que “necesitamos medios para crear”. Sin embargo, aún no tiene claro qué va a hacer en un futuro próximo. Baraja desde “ir por el campo de la investigación a empezar con proyectos personales con cabida comercial”. Lo que tiene claro es que el diseñador de este siglo debe “ser curioso, ir a museos, conocer la actualidad y saber atar conceptos”.

Entre los finalistas estaba el trabajo de una “vieja” conocida de Stiloskopio, Marta Arribas y su colección LAU, con diseños elaborados a partir de dos técnicas de patronaje, la tradicional y el moulage consiguiendo diferentes cortes y volúmenes.

Los looks de la diseñadora residente este año en Kutxa Kultur Moda, de la que hablamos aquí, están compuestos por tres prendas y todos llevan una camisa de tul con botones de nácar, como segunda piel.

Encontré similitudes entre “Psycho Nomads”, la propuesta de Denise Graus inspirada en una particular visión de nuestra sociedad y la influencia de las redes sociales además de la importancia en nuestra apariencia y la pérdida de individualidad y libertad, y los diseños de Clara Virgili y Gino Rojas, de los que hablamos aquí.


Me gustó “Critical Innocence” de la israelí Hadar Shevach. Prendas de lana tejidas a mano que combinan uniformes militares con vestimenta religiosa judía. Con aviones y armas de juguete a modo de broche decorados con fundas de lana y lentejuelas de mucho color. Una metáfora de que para los hombres las armas son juguetes de guerra.

Destacó la originalidad de Betitxe Saitua en “Visible_Ikusgai”, donde sugiere o enseña el interior, pero al mismo tiempo se encierra. La intimidad o lo privado queda protegido en forma de flores de seda y acrílico.

Mucha representación japonesa en la muestra, pero quiero destacar “Roman” de Ririka Nakamura. Volumen, colores inspirados en posters y estampado de cuadros creados con imágenes de las puertas tradicionales japonesas, Shoji. Y Ryota Sakai con “Kami” explica, con el macramé en tocados y prendas, la vida interior y exterior de la manera más fundamental. Al verlos es imposible no recordar los diseños de Rei Kawakubo para Comme des Garçons.

Toda una declaración de principios fue “Smells like art” del mexicano Fernando de Jesús Aguilar. Elaborado con piezas funcionales y simples a primera vista, pero complejas en su concepción y siluetas que fluyen en armonía con las líneas del cuerpo. Acabados encerados que recordaban a una escultura.

El último que quiero destacar por su originalidad y feminidad es el diseño de la rusa Yulia Pakalina, “She downed in honey”. Elaborado en organza, silicona y colorante alimentario color marfil transmite la sensación de estar encapsulado en un material pegajoso que impide moverse.

Gracias a BIAAF los tres ganadores tendrán acceso a proyectos de formación en las universidades de diseño más prestigiosas del mundo, convenios de colaboración con empresas y proyectos de gran calado, como el que se está llevando a cabo entre BIAAF y el Museo Balenciaga para vincular moda y patrimonio cultural. Este certamen es el buque insignia de una plataforma global para valores emergentes del diseño de moda con un reto muy claro: dar oportunidades de negocio a diseñadores emergentes locales e internacionales.

Me llama la atención que todavía haya gente que opina que la moda no es un arte. Si no lo es, ¿por qué cada vez más los museos dedican sus espacios a exposiciones de grandes diseñadores o incluso los hay sólo dedicados a la moda como el Museo Balenciaga? A mí no me cabe la menor duda de que lo es y me encanta, creo que se nota. Disfruto de cada detalle, incluso de cada extravagancia, de esas mentes en constante ebullición. Por eso os animo a ver detenidamente todas las fotos de los diseños expuestos. Y no penséis en esos diseños como ropa, no penséis en esos looks como prendas de vestir sino como arte, piezas únicas e irrepetibles, que es lo que son. Y sobre todo, disfrutad. ¡Hasta pronto!

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