La plaza Armerías del barrio de Amara Berri ha acogido este sábado al mediodía un encuentro organizado por AL KANDORA, una comisión conjunta formada por miembros de Amaraberri Ehuntzen y jóvenes participantes en las cenas solidarias del barrio.
El encuentro, abierto a toda la ciudadanía, ha contado con comida y refrescos y ha tenido como objetivo principal favorecer el conocimiento mutuo, visibilizar a las personas que viven en situación de calle y promover una convivencia basada en el respeto.
Desde Amaraberri Ehuntzen recuerdan que el grupo comenzó su andadura apoyando a personas de origen maliense. Posteriormente decidieron ampliar su ámbito de actuación para incluir a todas las personas que viven en la calle en Donostia, más de 500 según estimaciones recientes.
“Estos encuentros buscan neutralizar la cultura del odio y el racismo, pero sobre todo poner en valor la convivencia y la interculturalidad”, ha explicado la vecina Itziar Salegi. “Es responsabilidad tanto de las instituciones como de la sociedad no permitir que crezcan los discursos racistas”.
AL KANDORA trabaja en dos ámbitos. Por un lado en una campaña de sensibilización dirigida a la ciudadanía con la idea de romper la invisibilidad que sufren muchas personas que viven en la calle. “Están ahí, pero muchas veces no las vemos”, subrayan. Además la comisión tiene previsto dirigirse a las instituciones en nombre de Amaraberri Ehuntzen y de más de 40 entidades adheridas para solicitar respuestas urgentes en materia de alojamiento, alimentación e higiene ante la dureza de la vida en la calle, especialmente en condiciones meteorológicas adversas.
Desde la organización insisten en que cubrir las necesidades básicas es una cuestión de derechos humanos, de salud pública y también de prevención, ya que reduce situaciones de exclusión, enfermedad y conflicto. “La prevención es más humana y también más rentable social y económicamente”, afirman.
AL KANDORA destaca asimismo el alto grado de implicación de las personas participantes, muchas de las cuales están formándose, aprendiendo castellano y preparándose para incorporarse al mercado laboral. “Estamos perdiendo un caudal humano enorme que además necesitamos como sociedad”, concluyen.
Deja un comentario