Quince asociaciones culturales, deportivas y vecinales de la Parte Vieja donostiarra han comparecido hoy en rueda de prensa para lanzar un mensaje claro: la posibilidad de lograr los equipamientos que necesita el barrio es real.
En un comunicado conjunto, las entidades firmantes —entre ellas Parte Zaharrean Bizi, Kresala Kultur Elkartea o la Gazte Asanblada— han reclamado al Ayuntamiento de Donostia que acuerde con el vecindario y los agentes locales los usos y modelos de gestión de los espacios municipales actualmente disponibles en el barrio.
Los portavoces han incidido en que el barrio cuenta con varios locales de titularidad pública susceptibles de ser utilizados para fines vecinales. Se trata, entre otros, de los edificios Pescadería y Arkoak en La Bretxa —de gestión municipal desde abril de 2024—, el antiguo ambulatorio de la calle Esterlines o el Guardetxe de Urgull. A pesar de todo, denuncian: «El equipo femenino de baloncesto sigue entrenando en Benta Berri y el material de fiestas se guarda en Astigarraga. Tenemos edificios, pero no vida de barrio en ellos», han denunciado.
La lista de demandas incluye desde un gimnasio público polivalente hasta espacios juveniles autogestionados, pasando por un centro de día adecuado, una casa de cultura o instalaciones deportivas cubiertas. Y todo ello, recalcan, con un modelo de gestión participativo y adaptado al barrio.
Las asociaciones han recordado que la Parte Vieja, a pesar de ser el corazón histórico de Donostia, carece de equipamientos para el encuentro vecinal. «No basta con tener patrimonio público; lo importante es cómo se gestiona y para quién se utiliza», han recalcado.



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