La Fundación Cristina Enea lleva varios años organizando baños de bosque en el monte Ulia, una actividad que busca mejorar el bienestar físico y emocional de las personas a través del contacto directo con la naturaleza. La próxima sesión tendrá lugar el domingo, 14 de diciembre, y se realizará íntegramente en euskera. Las inscripciones ya están abiertas en www.cristinaenea.eus.
Aunque los organizadores son conscientes de que muchas personas los perciben como una práctica extravagante, los baños de bosque -o shinrin yoku en japonés- cuentan con respaldo científico en varios países. “Es una práctica de bienestar basada en la naturaleza, donde conseguimos disminuir nuestros niveles de estrés y aumentar el bienestar a través de nuestros sentidos”, explicó Violeta Torán, responsable de Basona, entidad que lleva años dinamizando estas sesiones.
Torán reconoce que todavía existe cierto recelo a participar, debido a la idea errónea de que se trata de una actividad centrada únicamente en abrazar árboles. “En nuestras sesiones no lo hacemos, a no ser que alguien lo desee. Lo esencial es activar el olfato, el oído, la vista, el tacto y el gusto para percibir plenamente el entorno”, subraya.
Las sesiones duran alrededor de dos horas y pueden desarrollarse en cualquier espacio natural, motivo por el que también se denominan “baños de naturaleza”.
Mediante la guía de una persona experta, quienes participan se sumergen en el bosque siendo conscientes de los sonidos, los aromas y los colores que los rodean. “No son simples paseos ni actividades de identificación de plantas: van más allá y buscan ofrecernos un estado de bienestar, reducir el estrés, reforzar el sistema inmunológico y mejorar el sistema cardiovascular”, añadió Torán.



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