Diputación de Gipuzkoa prevé destinar un millón a los municipios afectados por las inundaciones

San Sebastián, 16 jul (EFE).- La Diputación de Gipuzkoa tiene previsto habilitar una línea de ayudas directas a los ayuntamientos, cuya cuantía total rondará un millón de euros, para paliar los daños provocados en sus municipios por las inundaciones de mediados del mes pasado, que afectaron principalmente a las comarcas de Tolosaldea y Goierri.

A este montante, se sumará en torno a otro millón de euros que la institución foral deberá gastar para reparar por completo los desperfectos en infraestructuras públicas, sobre todo en la red viaria, causados por las intensas lluvias caídas entre el 13 y el 15 de junio pasados, según la estimación que ya hizo a primeros de este mes respecto a dichas afecciones.

La portavoz de la Diputación, Irune Berasaluze, ha informado de todo ello en la rueda de prensa que ha ofrecido este miércoles para dar cuenta de las decisiones adoptadas por el Consejo de Gobierno.

Según ha explicado, el gobierno foral trabaja actualmente para habilitar «lo antes posible» esa línea de apoyo económico a los consistorios con una partida que «llegará aproximadamente al millón de euros» y alcanzará a «todos los municipios afectados» en función de sus afecciones.

Berasaluze ha recordado que, tras «la respuesta rápida» ofrecida por la Diputación durante las primeras 48-72 horas de las inundaciones, la institución ha permanecido «en contacto directo» con los alcaldes de los municipios damnificados, con los que ha celebrado diversas reuniones.

Con los responsables municipales, tanto de forma conjunta como «individualizada», la Diputación ha mantenido «una colaboración constante», ha recalcado la portavoz y diputada de Gobernanza, que ha subrayado que la evaluación de daños y el alcance de las pérdidas se está llevando a cabo de manera «coordinada».

Las inundaciones afectaron a 24 poblaciones en distinta medida, con Amezketa, Ikaztegieta, Alegi, Berastegi y Altzo como algunas de las más afectadas.

El episodio meteorológico provocó desperfectos en una veintena de empresas de polígonos industriales y afecciones diversas en carreteras, calles, accesos a caseríos y canalizaciones, además de en viviendas, comercios y garajes.