La Diputación Foral de Gipuzkoa, en coordinación con el Ayuntamiento de Donostia, ha habilitado «de forma extraordinaria y temporal» un alojamiento que tiene en Oñati para 50 de los ciudadanos de Mali que están en las calles de Amara Berri.
En un comunicado la Diputación explica que el recurso, que tiene medio centenar de plazas, estará abierto para estas personas mientras están a la espera de iniciar los trámites para solicitar protección internacional. «El objetivo», dicen las instituciones, «es ofrecer una respuesta urgente a una necesidad social apremiante«.
No obstante Diputación y Ayuntamiento consideran «preocupante la inacción y la falta de iniciativa del Gobierno español». «La insuficiencia del sistema estatal de acogida está dejando en una situación de vulnerabilidad a decenas de personas migrantes». «Ante esta falta de respuesta por parte del Gobierno español son las instituciones vascas las que han asumido, una vez más, la responsabilidad de ofrecer una solución inmediata y urgente de carácter provisional«, manifiestan en un comunicado.
En este contexto Diputación y Ayuntamiento subrayan la necesidad de que el Gobierno español agilice los procedimientos y active los recursos necesarios para garantizar «una acogida digna y evitar situaciones de desprotección». Y ambas instituciones reiteran su disposición a colaborar con el Gobierno estatal para articular «una respuesta estructural, eficaz y coordinada que permita abordar esta realidad desde el compromiso y con garantías de protección».
Precisamente esta mañana el alcalde Eneko Goia se ha referido al tema y ha mostrado esperanzas de cara a encontrar una situación para los malienses que llegan a Amara Berri y se asientan en la calle, cerca de la oficina del CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado). Más información, aquí.



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