Ayer atracó en el muelle donostiarra el Energy Observer, que seguro que durante dos días va a ser una atracción más en este fin de semana tan turístico en Donostia. De hecho a lo largo de la mañana de hoy son muchos los que se han acercado a echar un vistazo. Mañana continuará su periplo.
La embarcación está inmersa en una vuelta al mundo que durará seis años y la llevará por 50 países. Está equipada con paneles solares, motores a energía eólica y combustible a base de hidrógeno. Es el primer barco autónomo alimentado por energías renovables sin emisiones de gases de efecto invernadero y sin partículas finas.
Antes era un barco de competición (tiene 30 metros de eslora y 12 metros de manga) que fue desarrollado en colaboración con los ingenieros de Liten y botado en abril de 2017.
El desafío de los arquitectos, ingenieros y navegantes es aspirar a la autonomía gracias a la mezcla energética y a la producción descarbonizada de hidrógeno a partir del agua de mar.
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