Contenido externo

Grupo Macho, el primer fabricante de etiquetas adhesivas de España

A pesar de su expansión, Grupo Macho ha mantenido su sede y su principal centro de producción en España, apostando por el empleo local y la formación continua de su plantilla

grupo macho etiquetas Grupo Macho, el primer fabricante de etiquetas adhesivas de España

Puede que su nombre no resuene tanto como el de grandes marcas del consumo, pero Grupo Macho lleva décadas pegado -literalmente- a los productos que usamos a diario. Fundado en una pequeña nave industrial, este grupo empresarial se ha convertido en el principal fabricante de etiquetas adhesivas de España, y lo ha hecho sin necesidad de fuegos artificiales: solo con mucha constancia, inversión en tecnología y una filosofía de mejora continua.

Un arranque modesto con una idea clara

Todo comenzó en los años 70, cuando el etiquetado era algo bastante rudimentario. En aquel momento, la mayoría de los productos usaban identificaciones impresas que poco tenían que ver con los adhesivos actuales. Grupo Macho apostó desde el principio por ofrecer soluciones autoadhesivas de alta calidad, y ese enfoque pionero fue lo que empezó a marcar la diferencia.

En sus inicios, trabajaban sobre todo para pequeños fabricantes de alimentos y cosmética, sectores en los que la presentación del producto empieza a jugar un papel cada vez más relevante. Con el tiempo, su especialización en etiquetas adhesivas se consolidó hasta alcanzar una presencia notable en industrias como la farmacéutica, la logística o incluso el vino, donde el diseño y la resistencia de la etiqueta son clave.

Un crecimiento basado en tecnología y personalización

Uno de los secretos del éxito de Grupo Macho ha sido su apuesta por la innovación. Lejos de quedarse con una máquina de impresión tradicional, han incorporado sistemas de impresión digital, técnicas de acabados especiales y materiales que resisten desde bajas temperaturas hasta exposiciones prolongadas al sol.

Gracias a eso, han sido capaces de adaptarse a las necesidades específicas de cada cliente, produciendo desde etiquetas resistentes al agua hasta aquellas que deben conservar intactos los datos de trazabilidad de un producto durante todo su ciclo de vida. No es raro que las etiquetas Grupo Macho terminen en productos tan distintos como un bote de champú, una botella de aceite o una caja de medicamentos.

El compromiso con la sostenibilidad también ha sido una de sus prioridades. En los últimos años han desarrollado líneas de etiquetas adhesivas reciclables, adhesivos con base vegetal y papeles certificados que reducen el impacto ambiental sin perder calidad ni adhesión. Esta filosofía les ha permitido posicionarse como proveedor preferente de marcas que buscan ser más respetuosas con el entorno.

Clientes diversos, pero exigentes

Aunque su nombre no esté en las portadas, la cartera de clientes de Grupo Macho es de lo más variada. Trabajan tanto con grandes cadenas de distribución como con pequeñas marcas artesanas que buscan destacar en el estante del supermercado. Esta diversidad les ha obligado a tener un catálogo inmenso, donde caben desde etiquetas transparentes hasta soluciones de seguridad antifraude.

Una de las razones por las que tantas empresas confían en sus etiquetas es la fiabilidad. Cuando una marca pone su producto en manos del consumidor, la etiqueta es muchas veces lo primero que se ve. Si esa etiqueta se despega, se borra o pierde color, la imagen de la marca también se resiente. Las etiquetas Grupo Macho han demostrado con el tiempo una capacidad notable para resistir todo tipo de pruebas, desde frigoríficos industriales hasta estanterías al aire libre.

Inversión constante y apuesta por lo local

A pesar de su expansión, Grupo Macho ha mantenido su sede y su principal centro de producción en España, apostando por el empleo local y la formación continua de su plantilla. Han creado una cultura de empresa donde el operario y el técnico tienen voz, y eso se nota en la implicación y la calidad de cada pedido.

Su red de proveedores también tiene una base local importante, lo que les permite responder rápido ante cambios de demanda o necesidades urgentes. Esta agilidad es especialmente valorada por empresas que trabajan con lanzamientos frecuentes o que necesitan cambiar el etiquetado de sus productos con poco margen.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Kutxa Fundazioa