Vitoria, 3 dic (EFE).- El presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Iñaki Subijana, ha reiterado hoy que el principal problema de la justicia vasca es la falta de jueces, lo que lleva a que se acumulen los asuntos a pesar de que se resuelven más.
Subijana ha presentado en el Parlamento Vasco la Memoria del Tribunal Superior correspondiente a 2024 y ha avanzado las líneas de trabajo del 2025-2026.
El diagnóstico de Subijana es claro: «Honestamente, las cifras van a peor. Se resuelve mucho más, 36.000 asuntos más, pero se ingresaron 47.000 más. El sistema responde más, pero hay un incremento muy significativo de los asuntos que se judicializan».
«¿Por qué se incrementa este índice de ligitiosidad? No tengo la respuesta. No sé si va a ser estructural o coyuntural», ha comentado.
Aunque es un dato global, ha matizado, que no es igual en todos los juzgados. La situación más complicada está en los juzgados de lo civil -los que llevan asuntos cotidianos, como arrendamientos, compraventas desahucios, préstamos, vecinos-, de las tres capitales y Barakaldo, y en los juzgados de lo social de Bilbao.
Subijana ha explicado que no es un problema de edificios ni de funcionarios ni de letrados, sino de número de jueces: en Euskadi hay siete puntos menos de jueces/as por cada 100.000 habitantes respecto a la media de la Unión Europea (17 en la UE, 10,1 en Euskadi), que es lo que provoca la imposibilidad de absorber la carga de trabajo creciente.
«Somos 250 jueces y juezas y harían falta unos 400 para estar al nivel de la UE. Este déficit de jueces es el talón de Aquiles de la justicia en Euskadi», ha resumido.
El Superior hizo una propuesta no para cubrir los 150 jueces, sino de 29 plazas para «lo más urgente»: 14 para los juzgados citados de los asuntos «cotidianos», 4 área social, 4 de violencia sorbe la mujer en las tres capitales y Barakaldo, uno en vigilancia penitenciaria, una en lo penal de Bilbao y 3 en las audiencias -una por territorio-, más otra en Irun y Durango.
La respuesta, ha lamentado Subijana, «no ha sido nada satisfactoria». «En el decreto que aprobó el gobierno central no hubo incremento, e incluso perdimos un juzgado en Barakaldo», ha añadido.
Cambios en los juzgados de violencia contra la mujer
A este déficit se suma que la justicia tiene que afrontar dos cambios importantes en su organización: el primero, que se acaba de implantar, es que los juzgados de Violencia sobre la Mujer asumen los delitos de violencia sexual.
En Euskadi hay cinco juzgados exclusivos en materia de violencia de género (dos en Bilbao y uno en Barakaldo, San Sebastián y Vitoria), además de diez juzgados de Primera Instancia e Instrucción con competencias en esa materia.
Según la norma, 1.600 asuntos al año es el número máximo de casos que un juzgado exclusivo de Violencia contra la Mujer puede gestionar de manera eficiente.
En 2024 ninguno de los esos juzgados exclusivos en el País Vasco superó los 1.600 asuntos ingresados, pero se calcula que con la asunción de los delitos de violencia sexual los juzgados de Violencia sobre la Mujer de Vitoria y de Barakaldo estarán cerca, al pasar de los 1.500 asuntos.
Como no se han concedido nuevos juzgados, para reforzar la protección a las víctimas de violencia de género y sexual el Superior trabaja en la comarcalización, es decir, en agrupar los asuntos en órganos especializados, ya que, por ejemplo, en las capitales hay servicios de acompañamiento a las mujeres víctimas que no hay en juzgados no especializados.
El segundo cambio organizativo que se va a producir, a partir de enero, es la ley que crea la figura de los tribunales de instancia, que cambia la base -los juzgados de lo social, instancia, instrucción-, que se convierten todos en secciones de juzgados de instancia.
A partir del 1 de enero, cada juez va a seguir resolviendo como hasta ahora, unipersonalmente, lo que cambia es la estructura, la oficina del tribunal de instancia. El Superior ya ha explicado en los 14 partidos judiciales de la CAV cuál es la nueva organización.
Para el año que viene, además de afrontar estos cambios organizativos, se quiere mejorar el acceso a la justicia de las personas con discapacidad, y seguir implantando la justicia restaurativa -mediación alternativa-.
Respecto al proyecto piloto de juicios en euskera, hay 45 jueces que pueden dirigir juicios en euskera, de los que 9 se han presentado voluntarios, pero Subijana ha advertido de que es difícil la implantación porque hace falta que todos los actores -peritos, testigos-, sepan euskera, por lo que se ha empezado por los juicios con menos trámites.



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