Juliette Binoche ha regresado al Festival de San Sebastián, un certamen que conoce bien y donde en 2022 recibió el Premio Donostia a toda su carrera. Esta vez lo ha hecho para presentar ‘In-I in Motion‘, su primer largometraje como directora, un documental que nace del espectáculo escénico que compartió en 2007 con el coreógrafo británico Akram Khan.
La intérprete francesa recordó en rueda de prensa que fue Robert Redford -fallecido hace apenas unos días- quien la animó a dar el salto tras ver la pieza en Nueva York. “Salió de entre bastidores, entró en mi camerino, cerró la puerta y me dijo: ‘tienes que hacer una película con esto’. Y le respondí que sí”, relató.
El film, de dos horas y media, se ha construido a partir de las grabaciones realizadas durante los ensayos y las giras de ‘In-I’, que recorrió escenarios de todo el mundo con más de un centenar de funciones. Binoche y Khan buscaban entonces un diálogo entre el cuerpo, la palabra y la emoción, un territorio que ahora se reinterpreta en la pantalla.
“Creo que el arte puede ayudar a encontrar nuevas formas de comunicación. En un momento como este necesitamos conexiones espirituales, necesitamos unir”, defendió la actriz y ahora directora.
Acompañada por el productor Sebastián Fonseca, Binoche explicó que el proyecto tomó forma hace dos años, cuando comenzó a rescatar aquel material íntimo rodado por su propia hermana durante los ensayos. “Fue como abrir un cofre del tiempo”, señaló.
Con este estreno, San Sebastián vuelve a convertirse en un lugar especial en la trayectoria de Binoche: aquí celebró su carrera y ahora presenta, en la Sección Oficial, el inicio de una nueva etapa detrás de la cámara.



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