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‘La conspiración del cuervo’, una película sobre la Polonia comunista cierra el Festival de San Sebastián

La directora Kasia Adamik ha adaptado un cuento corto de la ganadora del Premio Nobel de Literatura de 2018, Olga Tokarczuk

XE4S5722 'La conspiración del cuervo', una película sobre la Polonia comunista cierra el Festival de San Sebastián
Kasia Adamik y Lesley Manvill. Foto: Santiago Farizano

San Sebastián, 27 sep (EFE).- ‘La conspiración del cuervo‘ (‘Winter of the Crow’), una película de la directora polaca Kasia Adamik sobre la dura situación en su país durante el régimen comunista, ha cerrado este sábado la sección oficial -fuera de concurso- del Festival de Cine de San Sebastián, que esta misma jornada dará a conocer su palmarés.

«Todo el mundo se está olvidando de lo que es vivir en un régimen totalitario, Europa Oriental y el mundo«, ha dicho en rueda de prensa Adamik, que ha adaptado un cuento corto de la ganadora del Premio Nobel de Literatura de 2018, Olga Tokarczuk, y que no ha querido hacer una película política «sino más bien emocional» y «visceral».

La trama se sitúa en Varsovia en el año 1981, en un momento en el que se impone la ley marcial. De la noche a la mañana, el país queda paralizado justo cuando una profesora británica de psiquiatría, la doctora Joan Andrews (Lesley Manville), llega como docente invitada a la universidad.

Los taxis han sido reemplazados por tanques; los ciudadanos son tratados como criminales. Pero mientras el caos se apodera de la ciudad, armada con su cámara, Joan presencia un asesinato brutal cometido por la policía secreta. En peligro mortal y atrapada mientras Polonia se cierra al mundo, Joan se convierte en una fugitiva perseguida que corre por su vida.

Adamik -que es hija de la también directora Agnieszka Holland, que concursa este año con ‘Franz’, un biopic de Kafka- ha recalcado que su intención es que el publico «sienta que cuando no vives en una democracia pierdes el control de tu propia vida, pierdes el control de tus elecciones».

Otro elemento que quería dejar patente con esta historia es la inseguridad sobre unas normas que «no entiendes» y que «cambian en todo momento».

«No pensaba tanto en las implicaciones políticas de la historia, procede de un espacio muy personal. Yo vivía en una ciudad parecida a Varsovia y desde que llegamos a Francia y no podía volver a Polonia, soñaba con esos laberintos de edificios grises», ha añadido Adamik. 


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