La nueva película de Alberto Rodríguez, Los Tigres, ha sido bien recibida este sábado en el pase matutino de prensa del Festival de San Sebastián. En la posterior rueda de prensa, el director y parte del reparto desgranaron las claves de un rodaje “complejo y laborioso” y de una historia marcada por lazos familiares, precariedad y dilemas morales.
Rodríguez explicó que el proyecto nació casi por azar: “Fui de vacaciones a Huelva y pasaba por la petroquímica; un día tiramos del hilo y llegamos al buceo profesional, que nos pareció interesantísimo. No sabíamos que existía, era inédito. Luego cogió fuerza el drama entre los dos hermanos”.
El cineasta destacó la dificultad técnica del rodaje: “Las reglas que rigen un rodaje en superficie no servían bajo el agua. Tenía que estar todo planificado con detalle, y aun así podían pasar cuatro horas sin terminar un mismo plano. Fuera del agua, parecido. Porque a ocho millas de tierra, en mar abierto, todo se altera”. El equipo rodó en localizaciones como Algeciras, Huelva, Alicante o Albacete.
El trasfondo de la película conecta con la precariedad y la tentación del dinero fácil: “El personaje de Antonio toma malas decisiones, una tras otra. El narcotráfico tiene que ver con eso”, señaló Rodríguez.
La actriz Bárbara Lennie subrayó la riqueza del guion y la intensidad de los ensayos: “Había mucho de dónde beber. Me atrajo la extraña orfandad en la que viven los dos hermanos, la dificultad de ponerle palabras y ese amor que les une. Tengo ganas de volver a verla esta noche”, ha dicho Lennie.
Antonio de la Torre, que encarna a Antonio, resaltó su empeño en conectar siempre con referentes reales: “Es mi obsesión. En este caso hemos tenido a los buzos, que con su forma de vivir nos enseñaron mucho. Son obreros debajo del agua. Es como la mina, un disparate de trabajo”.
Con una historia que combina la dureza del trabajo submarino, la presión económica y el vínculo entre hermanos, Los Tigres se presenta como uno de los títulos destacados de la Sección Oficial.
Deja un comentario