“Cuando llegué, llevaba cinco años sin estudiar nada. Pensaba que esto era un juego, pero luego entendí que era una oportunidad preciosa y cambié”. Lo explicaba así Iker González, de 25 años, poco antes de recibir el diploma que acredita su paso por la Formación Profesional básica de Gureak.
Este pasado 12 de junio Iker, Maddi Aizpurua y otros 16 compañeros recibieron su título en un acto emotivo celebrado en la sede central del grupo en San Sebastián. No solo celebraban un logro académico, celebraban un cambio de vida.
Las de Iker y Maddi son dos de las muchas historias detrás de esta quinta promoción de la FP que Gureak puso en marcha en 2018.
Un modelo que combina aprendizaje activo, trabajo con el entorno familiar y profesional, y una conexión constante con el mercado laboral real. “Apostamos desde el inicio por una formación profesional para todas las personas”, recordó durante el acto del jueves Ainhoa Askasibar, directora de Gureak Itinerary.
Prácticas en Finlandia
Iker llegó desde Irun, tras una etapa en un centro ocupacional en la sede de Gureak en su localidad. “Me di cuenta de que quería avanzar”.
Eligió la rama comercial y durante tres años fue construyendo su camino. El punto de inflexión fue un viaje de Erasmus a Finlandia en 2024. “Estuve en Tampere dos semanas haciendo prácticas en una tienda. Aprendí a preparar pedidos, mejoré el inglés… fue una experiencia muy bonita».
Ahora, ya con el título en la mano, está pendiente de que le llamen para hacer una entrevista en la empresa Todo-Todo. “Aquí me han dicho que estoy capacitado y que tengo buena actitud. No quiero estudiar más, ahora quiero trabajar«, contó a DonostiTik.
Su testimonio refleja bien lo que la profesora Naiara Cuevas define como el “foco principal del proyecto: la empleabilidad”.
Cuevas, que ha acompañado también a las anteriores promociones, incidió en que este curso han tenido una alta demanda y han abierto dos líneas por especialidad. “Es una salida importante, muy necesaria”, añadió.
De miedo a coger el autobús a pensar en opositar
Maddi Aizpurua, de Itziar, también recibió su título, en su caso en la rama de Administración. Llegó con 17 años. “Me ofrecieron venir aquí o ir a un colegio de Zumaia. Probé allí, pero no me sentí bien. No encajaba. Vine y aquí encontré otro mundo”.
Asegura que al principio todo le costaba, incluso coger un autobús sola. “Yo era una niña. Tenía muchos miedos. Pero también soy una chica que no se rinde«.
Cuatro años después su orientadora le ha planteado opciones, una de ellas empezar a pensar en preparar unas oposiciones. Ha hecho prácticas en la recepción de una residencia y se nota en sus palabras la confianza de quien ha crecido paso a paso.
Aprender haciendo
La FP adaptada de Gureak se estructura en torno a dos especialidades: Comercio y Administración. En ambas la metodología está lejos de los libros de texto tradicionales. “Aprendemos haciendo”, resume la profesora Naiara Cuevas. E Iker, en cuanto a la rama comercial, ilustra: “gestionamos una tienda, aprendemos a inventariar, a subir productos a redes sociales, a vender y atender al público”.
Todo ello en un entorno cuidado, con acompañamiento profesional y contacto real con empresas colaboradoras. De hecho, gracias a estas alianzas, todos los alumnos han podido realizar prácticas en entornos reales. Esta edición ha contado con experiencias en comercios, residencias, y entrevistas con grandes marcas como Primark.
Un modelo que transforma
Cinco promociones después, este modelo de FP ha demostrado que la formación inclusiva, cuando es personalizada, accesible y conectada con el mundo laboral, cambia vidas. Así lo vivieron también las familias que asistieron al acto de entrega, que terminó con una foto de grupo y un lunch preparado por Gureak Ostalaritza.
Lo que queda después de los diplomas son personas como Iker y Maddi: jóvenes que han encontrado en esta formación no solo herramientas para trabajar, sino también motivos para confiar en ellos mismos.
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