Tabakalera y Kutxa Fundazioa han presentado la programación expositiva de 2026: once exposiciones repartidas entre las dos salas de Tabakalera y los espacios Kubo y Artegunea. Un programa amplio que reúne propuestas de artistas consagrados y emergentes, y que abarca desde la experimentación audiovisual hasta la fotografía, la instalación y las prácticas documentales.
El año se abre con una clara orientación hacia el Norte de África, el panafricanismo y los movimientos migratorios. En este contexto se sitúa Standing Here Wondering Which Way to Go, de Zineb Sedira, que llegará a la sala principal de Tabakalera en febrero. A través de la autobiografía, el documental y la ficción, la artista franco-argelina reflexiona sobre las utopías de los años sesenta, las luchas por la independencia africana y la parcialidad de los relatos oficiales. No es una exposición histórica en sentido estricto, sino una lectura crítica del pasado pensada desde el presente.
Durante el verano, la sala principal acogerá el diálogo entre Carla Filipe y Taxio Ardanaz, dos artistas atravesados por una fuerte pulsión archivística. Desde contextos distintos —la dictadura portuguesa, la Revolución de los Claveles, la Guerra Civil o los imaginarios revolucionarios del siglo XX— ambos trabajan con documentos, imágenes y símbolos para activar preguntas que siguen resonando hoy. El interés del proyecto está tanto en las afinidades como en las diferencias de sus métodos, y en cómo el archivo se convierte en una herramienta política y visual.
En Kutxa Fundazioa Kubo, 2026 combinará revisión histórica y pensamiento crítico. La exposición Estructura, espacio, tiempo propone una mirada amplia a la obra de Elena Asins, pionera en el uso de la computación y el pensamiento matemático como sistema compositivo. A esta revisión se suma El Efecto Farocki, una retrospectiva dedicada a Harun Farocki que recorre desde su cine militante de los años sesenta hasta sus instalaciones más conocidas, planteando el museo como un espacio de montaje y aprendizaje activo para el espectador. El año se cerrará con una gran exposición dedicada a Xabier Morrás, figura clave del arte vasco, a partir de la reconstrucción de algunas de sus instalaciones más emblemáticas de los años setenta.
La sala 2 de Tabakalera refuerza, por su parte, la atención a la creación contemporánea y a los formatos experimentales. La programación incluye la exposición individual de Maite González Martínez, nacida de la convocatoria de residencia de comisariado, el proyecto educativo y site specific Situ-akzioak de Andrea Canepa, y una nueva producción de la serie El Caminante de Tsai Ming-liang, realizada en San Sebastián en colaboración con el Festival de Cine, donde el gesto mínimo y la lentitud se convierten en una forma de resistencia frente al ritmo acelerado de las imágenes.
En Kutxa Fundazioa Artegunea, el foco se desplaza hacia la fotografía y el análisis del espacio contemporáneo. Jon Gorospe abrirá el año con Urban Morphologies, una investigación visual sobre la arquitectura globalizada y sus efectos en la vida urbana. A partir del verano, Artegunea acogerá en primicia mundial una amplia retrospectiva de Sally Mann, que recorre cuatro décadas de trabajo y lleva la fotografía hacia territorios cercanos a la pintura y los procesos históricos del medio. El cierre llegará con Ground Rules, de Alejandro Cartagena, una retrospectiva que aborda la expansión suburbana, la frontera y la desigualdad desde una mirada documental, crítica y formalmente diversa.
Más allá de los nombres propios, la programación de 2026 plantea una idea clara: pensar la exposición como un espacio de lectura del mundo. Archivo, cine, fotografía, instalación y educación se cruzan para ofrecer una temporada que no se agota en la visita puntual, sino que invita a volver, comparar y establecer conexiones. Un calendario largo, exigente y, precisamente por eso, interesante para una ciudad que sigue construyendo su identidad cultural a largo plazo. Página web de Tabakalera, aquí /// Página web de Kutxa Fundazioa, aquí
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