Normativas

Veinte familias de Donostia, Errenteria e Irun recurren a la prórroga de la Ley de Vivienda para no perder su hogar

Stop Desahucios asegura no entender el comportamiento de estos propietarios, tanto grandes como pequeños, «si no es porque están guiados por el objetivo de rentabilizar al máximo el beneficio del alquiler»

Stop2 Veinte familias de Donostia, Errenteria e Irun recurren a la prórroga de la Ley de Vivienda para no perder su hogar
Imagen del 4 de mayo de 2023. Stop Desahucios, Alokairu Benta Berri e Inquilinos de Azora celebran el paso adelante del Ayuntamiento en favor de la declaración de zonas tensionadas y los topes al alquiler. Foto: DonostiTik

En la víspera de la celebración del Encuentro Internacional sobre la Vivienda en Tabakalera, Stop Desahucios informa de que, por el momento, veinte familias de los municipios tensionados de Donostia, Errenteria e Irun han solicitado acogerse a la prórroga automática de hasta tres años de sus contratos finalizados, tal y como recoge la disposición final primera de la Ley de Vivienda.

En un comunicado la plataforma destaca que todas estas familias pagan puntualmente alquileres muy elevados que, en estas localidades, suponen destinar más del 50 % de sus ingresos y que confían en que las prórrogas «les garanticen la estabilidad necesaria para seguir con su proyecto de vida».

Stop Desahucios también incide en que el Colegio de Registradores de la Propiedad ha señalado un nuevo récord histórico en el precio del metro cuadrado, con 5.961 euros en Donostia y 3.752 euros en Gipuzkoa, cifras que superan las registradas durante la burbuja inmobiliaria de 2008. Stop Desahucios subraya que, en ninguno de los casos conocidos, los arrendadores han ofrecido la renovación del contrato. En lugar de ello, explican, únicamente comunican «la fecha de entrega de llaves con el desalojo» y algunos incluso rechazan la aplicación de estas prórrogas extraordinarias.

La plataforma asegura no entender el comportamiento de estos propietarios, tanto grandes como pequeños, «si no es porque están guiados por el objetivo de rentabilizar al máximo el beneficio del alquiler», tratándolo como un producto de inversión y no como un bien de uso social. Recuerdan que, en los municipios declarados tensionados, cualquier nuevo contrato debe respetar la renta del contrato anterior, por lo que no puede incrementarse.

Según Stop Desahucios, muchos arrendadores «prefieren ofrecer las viviendas como turísticas o con contratos temporales o de habitación», modalidades que no están sujetas a la regulación de la Ley de Arrendamientos Urbanos ni a la Ley de Vivienda. Además denuncian que gran parte de esos contratos temporales son «fraudulentos», al camuflar viviendas de uso residencial bajo supuestas necesidades laborales, de estudios u otras circunstancias. Los juzgados, señalan, están condenando este tipo de prácticas y reconociendo que se trata realmente de contratos de uso residencial con duraciones de cinco o siete años, según el tipo de arrendador.

La organización sostiene que, ante la especulación y el descontrol del mercado del alquiler en los municipios tensionados, las administraciones estatales, autonómicas y locales «tienen el deber de regularlo en defensa del bien general y de la cohesión social». Reclaman una aplicación firme de los mecanismos de la Ley de Vivienda —que, recuerdan, «sufre una campaña de acoso y derribo por parte de los grandes tenedores, fondos buitre, bancos e inmobiliarias»— y la necesidad de cerrar los vacíos legales que permiten la especulación, especialmente en el ámbito de los pisos turísticos y los contratos temporales o de habitación.


2 respuestas a «Veinte familias de Donostia, Errenteria e Irun recurren a la prórroga de la Ley de Vivienda para no perder su hogar»

  1. Xabi

    Los motivos por los que un arrendador decide no renovar un contrato pueden ser muy variados y no necesariamente siempre basados en un afán desmesurado por rentabilizar el beneficio como sugieren los de STOP DESAHUCIOS. Desde la necesidad de habitarlo él mismo o alguno de sus familiares, a tener que venderlo por motivos diversos. Por ello no es de recibo que un propietario deba asumir prórrogas no deseadas del contrato de arrendamiento con el pretexto de «garantizar la estabilidad del proyecto de vida de su inquilino» por mucho que éste haya pagado las rentas. Si tuviésemos una administración que realmente velase por el interés de los inquilinos actuales y futuros se preocuparían de favorecer la puesta en alquiler de la mayor cantidad de pisos posible y no como está sucediendo que se legisla para poner todo tipo de trabas a los propietarios y favorecer que se incumplan los compromisos de pago sin consecuencia alguna para el que lo hace. Así terminan pagando justos por pecadores y alquilar un piso se ha convertido en misiòn imposible para la mayor parte de la gente.

  2. Piruleto

    Una pena la situación a que punto a llegado

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