Todas las noches de Semana Grande en Donostia unas 185 personas trabajan de forma coordinada para que la ciudadanía pueda disfrutar con seguridad de los fuegos artificiales, el evento más multitudinario de las fiestas. Según datos municipales, alrededor de 50.000 personas siguen el espectáculo desde la playa y otras 50.000 lo hacen desde el paseo y distintos puntos de la ciudad.
En el operativo participan DYA, Cruz Roja, embarcaciones de salvamento, Protección Civil, Bomberos, Ertzaintza y Guardia Municipal, Movilidad… entre otros servicios.
El subdirector de Protección Civil, Jon Uranga, ha explicado que, antes y después del lanzamiento, los bomberos baldean las vías públicas —especialmente Alderdi Eder, el tiovivo y la cubierta de madera del Ayuntamiento— para prevenir riesgos de incendio.
La zona vaciada
La zona que se evacúa durante el operativo incluye desde la Avenida hasta Garibay y el Boulevard, pasando por detrás del quiosco, la calle Mayor hasta Mari, el Puerto por el primer muelle, el Náutico y Alderdi Eder hasta la primera rampa.
El oficial de la Guardia Municipal, Juan Karlos Lazkano, ha detallado que el dispositivo de evacuación arranca a las 21.00 horas, momento en que se vacía la terraza del Aquarium. A las 21.45 se realizan los primeros controles de seguridad y a las 22.30 la zona debe quedar completamente despejada.
En esta área hay 19 establecimientos hosteleros que también deben cumplir, igual que los residentes, con el mandato de no entrar ni salir a partir de las 22.30 horas. Para ello han firmado previamente una carta de compromiso.
Tras el espectáculo se procede a la segunda fase del dispositivo, centrada en la revisión y retirada de rescoldos para garantizar que no quede ningún riesgo y pasar al siguiente capítulo festivo: el toro de fuego.
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