La operación salida de verano entra en una de sus fases más intensas y, con ella, vuelve el tráfico denso a las principales carreteras de Gipuzkoa. Entre el 30 de julio y el 3 de agosto, la Diputación Foral y Bidegi prevén que unos 273.000 vehículos crucen el peaje de Irun, en su mayoría en dirección Donostia, con picos diarios que podrían alcanzar los 63.000 vehículos.
Ante este incremento notable del flujo viario, se ha activado un dispositivo especial que incluye la apertura total de las vías de pago -14 en Irun y 19 en Zarautz-, refuerzo de personal, paneles informativos multilingües y medidas específicas para agilizar el paso, como el redondeo a la baja de la tarifa en metálico (de 3,06€ a 3,05€).
Además del despliegue en los peajes, el plan contempla ocho patrullas móviles -cinco en la AP-8 y tres en la AP-1-, así como un vehículo de guardia permanente en el túnel de Isuskitza, puntos especialmente sensibles en estas fechas.
La portavoz foral, Irune Berasaluze, ha destacado que “nos preparamos para unos días de alta intensidad en nuestras carreteras y queremos hacerlo con todas las garantías. El objetivo es que el tránsito sea lo más fluido posible y que la ciudadanía pueda viajar en condiciones de seguridad y comodidad”.
Puerta de entrada a Europa
Berasaluze ha recordado que Gipuzkoa es uno de los principales accesos a la península desde Europa, y que “estamos comprometidos con la seguridad y el buen funcionamiento de este eje estratégico, especialmente en momentos clave como este”.
La Diputación ha hecho además un llamamiento a la prudencia y a la planificación de los desplazamientos, recordando que los controles en Biriatou por parte de las autoridades francesas podrían afectar al flujo hacia el norte.



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