El sol primaveral nos recuerda, a los donostiarras, que tenemos tres playas maravillosas. Y cuando asoma se suceden en la cabeza las imágenes de arena y mar. Pero este año el verano parece más lejano que nunca y la playa es para la mayoría una quimera. Un día como hoy la Concha, Ondarreta o la Zurriola estarían hasta los topes si no empañara todo el Estado de Alarma que se alarga. En los balcones, algunos donostiarras, encuentran su refugio. Y esperan. Sin vistas al mar, pero casi como en la playa.
Begoña Lazcano: «Ir a los Juegos Olímpicos de París es cumplir un sueño que tengo desde que comencé con el piragüismo»
La pasaitarra recibe el calor y el ánimo de su club de toda la vida, Donostia Kayak
Seguir leyendo