Probablemente el Hotel María Cristina de Donostia dejará de albergar pacientes de coronavirus este mismo mes y en un futuro no muy lejano alguien recordará que uno de los emblemas del turismo en San Sebastián alojó a enfermos y personal médico en 2020. «Creo que era 2020 cuando la crisis de aquel virus», dirá un ciudadano donostiarra del futuro. Las paredes del hotel han pasado del glamour a la enfermedad sin que llegue a cantar el gallo. A las 20 horas el personal sanitario se asoma a la puerta y aplaude. Dejando otra imagen de esta crisis para la posteridad.
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