La Fundación Albaola ha comenzado estos días en su astillero-museo de Pasaia la construcción artesanal de la nueva puerta del Santuario de San Miguel de Aralar, en Navarra. El templo sufrió un ataque vandálico el 26 de octubre de 2024, cuando su entrada fue incendiada y marcada, causando un profundo impacto entre la ciudadanía.
En cuanto conoció la noticia Albaola se ofreció a realizar la nueva puerta de manera totalmente altruista. La pieza se está elaborando con madera de Sakana, la misma comarca navarra que ha proporcionado materia prima para la réplica de la nao San Juan. El trabajo se está llevando a cabo mediante técnicas tradicionales y será visible para el público en la Itsas Kultur Faktoria.
Una vez terminada la puerta será trasladada hasta el santuario, ubicado en Uharte-Arakil (Navarra), en un carro tirado por bueyes. S
La iniciativa se enmarca en el proyecto Mundu Berri Baterako Ateak, que reivindica valores como el respeto, la tolerancia y el espíritu de auzolan -la colaboración vecinal desinteresada en favor del bien común-.
Memoria colectiva
El proyecto cuenta con una red de colaboración en la que participan diversas entidades. Junto a Albaola se han sumado la empresa navarra Virtualan -especializada en patrimonio digital y divulgación tecnológica-, la productora Clau Creative Services -encargada de documentar todo el proceso- y la Cofradía de Pescadores Elkano de Getaria como símbolo vivo de las tradiciones marítimas.
El santuario de San Miguel de Aralar, uno de los más antiguos de la Península Ibérica, se encuentra en plena sierra navarra y conserva piezas únicas, como el retablo esmaltado de Limoges o la imagen de San Miguel portando la cruz. Con una historia que se remonta al siglo VIII, este enclave ha sido centro de espiritualidad durante más de mil años, profundamente vinculado también al mar y al imaginario cristiano como refugio frente al mal.
La construcción de la nueva puerta será no solo una aportación patrimonial, sino también una experiencia abierta al público. Quienes se acerquen a Itsas Kultur Faktoria de Pasaia podrán ser testigos de un trabajo artesanal que convierte la herida en oportunidad, la memoria en presente, y la cultura en un puente entre comunidades.
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