La fiesta Holi que se celebró junto al Ayuntamiento nada más lanzarse el Cañonazo fue el evento novedoso de ayer y dejó huella por toda la ciudad: cientos de chavales circulaban después llenos de pintura de colores, del tono azul al amarillo, dejando patente el lugar de donde venían y que la experiencia había sido tan divertida que no querían volver al atuendo limpio ni pasar por el manguerazo correspondiente.
Ayer empezó la Semana Grande Donostiarra con las chicas de la Real Sociedad cantando el Artillero y con el posterior cañonazo, este año, a manos de Onintza Mokoroa, la hija de Luis Mokoroa.
El inicio de fiestas fue, en fin, femenino. Multitudinario, como acostumbra, y nuboso, aunque en una tarde agradable en que los pequeños ya buscaban a los gigantes y cabezudos por las calles y las compañías militares recorrían la ciudad a ritmo de batucada.
No perdonó la lluvia ligera a la primera colección de fuegos artificiales, que corrió a cargo de la Pirotécnica Valencia. Seguirá hoy el certamen con la casa francesa Ciel en Fête.
Terminado el colorido estruendo la marabunta se dirigió a ver al ex Mc Clan Carlos Tarque en Sagües, encargado del primer concierto de la Aste Nagusia y con su disco Tarque bajo el brazo.
Amenazaba la lluvia a ratos, pero no logró protagonizar la primera jornada de las fiestas. Hoy será distinta la cosa y meteorológicamente pesa tanto el recuerdo del reciente Jazzaldi… que duele.
Programa completo para hoy, aquí.
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