«Con escepticismo» ha recibido Áncora el anuncio de acuerdo sobre el futuro del Bellas Artes. Cabe recordar que la entidad defensora del patrimonio local se constituyó precisamente con el objetivo de salvar este monumento. Si bien Áncora opta por la cautela tras las últimas noticias sobre un posible acuerdo entre Ayuntamiento y la empresa propietaria SADE, ya que aún no se conoce con detalle el proyecto arquitectónico, considera que «a simple vista éste parece continuista con los anteriores, que pasaban por demoler interiormente el cinematógrafo y rasgar o derribar parcialmente las fachadas de Prim y Urbieta con intención de incluir un parking subterráneo y dos levantes sobre la cubierta». Considera Áncora que la única diferencia clara respecto a los anteriores proyectos es el cambio de uso: «en vez de ser residencial se plantea un apartahotel, fácilmente convertible en viviendas a medio plazo».
La entidad recuerda que el propio Consistorio ya denegó la licencia de vaciado interior el pasado 18 de febrero basándose en dos informes: uno de los propios técnicos del Ayuntamiento y otro externo, encargado al arquitecto Pedro Ponce de León. «El proyecto actual, que sigue contemplando la destrucción interior del edificio e importantes alteraciones en su envolvente, conllevaría el incumplimiento de su propia orden de hace, tan solo, cuatro meses. Una línea roja que el Gobierno municipal no estaba dispuesto entonces a rebasar».
También recuerda Áncora en el comunicado que con fecha del 19 de mayo una sentencia dictada en apelación (STSJPV nº 149/2020) concluyó que la SADE debe costear las reparaciones exigibles a cualquier propietario urbano, que pasarían en este caso por el mantenimiento de postes y estructura metálica del sótano, la reparación de vigas en la sala de butacas, reparación de forjados en la antigua sala de ensayos del Orfeón, reparaciones en la armadura de la cubierta, refuerzos en las escaleras, impermeabilización del tejado y arreglo de conducciones pluviales, sellado de huecos en el chaflán, etc. «Se mantiene, asimismo la obligación de reponer la cúpula en el contexto del futuro proyecto de rehabilitación del cinematógrafo», incide Áncora en referencia a unas obras que se ejecutarían con cargo a la empresa con un límite del 60% del valor de reposición del inmueble, según decidieron los magistrados.
«Esta cantidad puede estimarse en unos 5 millones de euros, que la SADE deberá aportar para devolver la estabilidad, estanqueidad y seguridad al bien protegido», incide Áncora, que ha presentado una alegación en el contexto de la revisión del PEPPUC solicitando la inmediata ejecución de esta sentencia, que entiende muy favorable a la conservación del monumento y beneficiosa económicamente para la ciudad.
El pasado 9 de junio Áncora pidió una reunión con la concejal de Urbanismo Nekane Arzallus, pero todavía no ha recibido contestación a su solicitud. La asociación ve con buenos ojos la implantación de cualquier uso terciario para el Bellas Artes, «siempre y cuando se adapte y sea respetuoso con las características estructurales y tipológicas del monumento».
El histórico cinematógrafo se encuentra desde el año pasado en situación de alerta internacional. Los expertos de ICOMOS señalaron que esta obra posee un valor excepcional y un significado cultural universal que debe traducirse en una rehabilitación adecuada. «Esta institución (organismo competente para declarar los bienes Patrimonio de la Humanidad) también ha formulado una alegación específica al PEPPUC, solicitando un aumento de protección en su ficha urbanística», recuerda Áncora.
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