Casi la mitad de Gipuzkoa vive en municipios que incumple la Ley de Residuos con Donostia a la cabeza

Los últimos datos oficiales de recogida selectiva en Gipuzkoa, correspondientes a 2024 y recientemente publicados por la Diputación, confirman una realidad preocupante: aunque solo diez municipios incumplen la Ley de Residuos en cuanto a recogida separada, cinco de ellos -Donostia, Irun, Eibar, Lasarte-Oria y Hondarribia- concentran al 43,2% de la población del territorio y son, además, grandes generadores de residuos.

Donostia es el farolillo rojo, con apenas un 41,58% de recogida selectiva, muy lejos del 55% que marca la ley estatal y europea. Le siguen municipios como Soraluze (45,60%), Pasaia (47,18%) y Mendaro (49,51%). El caso donostiarra arrastra además a toda la mancomunidad de San Marko, que cierra la tabla con un 49,69% de media, a pesar de que en ella también se incluyen localidades modélicas como Usurbil (83,09%), Hernani (76,81%) y Oiartzun (71,52%).

En opinión de los ecologistas los datos reflejan ineficacia estructural en los sistemas de recogida de estos grandes municipios. «Mientras algunos han comenzado a tomar medidas, como Lasarte-Oria y Pasaia, en Donostia la respuesta ha sido tardía: no ha sido hasta este mes de julio cuando el Ayuntamiento ha constituido una comisión municipal para estudiar cómo cumplir la ley». Todo ello mientras aprobaba subidas de tasas vinculadas precisamente a esa misma normativa.

En este contexto es muy destacable que Gipuzkoa supera como territorio el 55% de recogida selectiva (con una media del 57,17%), gracias al esfuerzo de la mayoría de municipios pequeños y medianos, que no solo cumplen, sino que en muchos casos obtienen resultados brillantes. Así lo demuestran mancomunidades como Sasieta (76,08%) o Debagoiena (70,99%).

Desde Eguzki, colectivo ecologista que ha analizado los datos, insisten en que la recogida selectiva es “la prueba del algodón” de cualquier política ambiental municipal. Y recuerdan que el objetivo para 2030 subirá al 60%, lo que obligará a los municipios grandes a dar un verdadero giro de timón si quieren dejar atrás el “postureo ambiental” y pasar a la acción efectiva.