Hoy se ha puesto en marcha el ascensor público que une la nueva travesía de Loiola con el Alto de los Robles, poniendo fin al proceso de obras que ha transformado esta zona del barrio. La Concejala de Ecología, Marisol Garmendia, ha señalado que “esta obra ha dado la vuelta a un barrio donostiarra como el de Loiola que hoy puede disfrutar de un nivel de calidad en sus espacios públicos de primer orden. Han sido largos meses de obras pero el resultado ha merecido la pena».
Tal y como informa el Ayuntamiento en una nota esta obra fue consensuada con los vecinos mediante un proceso de participación ciudadana que definió diseño y usos y ha reducido de los casi 20 metros de ancho de la vieja carretera anterior a 9,25 metros de la actual con tres carriles.
Se han generado 3.000 metros cuadrados de espacios para disfrute del vecindario, además de 2.500 metros cuadrados de zonas verdes en las que se han plantado 110 árboles (50 ginkos, 40 sequoias,15 cerezos y 5 arces) en los que 900 metros cuadrados son de macizos de arbustos y plantas vivaces, algunas plantadas por los propios vecinos.
La concejala socialista ha recordado las actuaciones en la vega del Urumea como las mejoras en el parque fluvial, el nuevo Txomin, las actuaciones en la zona de Martutene para evitar las inundaciones y ahora esta operación.
Por su parte la Concejala de Proyectos Urbanos, Duñike Agirrezabalaga, ha señalado que “tras cumplir con todos los requisitos y permisos necesarios, el ascensor se ha puesto ya a disposición del vecindario de Loiola. Con ello termina la obra de boulevarización que ha rondado los 6 millones de euros y que ha supuesto un cambio sustancial con amplias zonas peatonales y zonas verdes”.
La longitud de la nueva travesía es de 510 metros. La nueva travesía ha eliminado el paso peatonal elevado y ha mejorado la urbanización de calles como Magdalena Jauregiberri, Hariztigaina, Zuzenene y Alto de los Robles, además de haber renovado completamente la red de saneamiento.
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