El grupo municipal de EH Bildu ha criticado hoy en un comunicado la actuación del Gobierno municipal en lo que se refiere a la colocación de placas en memoria de las víctimas de acciones terroristas. Por un lado considera que ha habido algunas situaciones fruto de falta de trabajo y que ha provocado, por ejemplo, la ausencia de algunas familias que tenían que haber sido homenajeadas. Por otro lado denuncia la actitud del alcalde Eneko Goia cuando el grupo municipal de EH Bildu es excluido de los homenajes. Y también considera que con la colocación de placas se está ahondando en el relato de «vencedores y vencidos» que no sería compartido por la sociedad.
«Venimos constatando que el Gobierno municipal no realiza el necesario trabajo previo anterior a la organización de los actos públicos, lo que provoca situaciones desagradables», manifiesta EH Bildu, en referencia al pasado 5 de mayo. «A la hora de organizar un acto de reconocimiento institucional, el Gobierno municipal debería haber hecho una reflexión más sosegada sobre lo ocurrido hace 41 años. En el mismo momento en que María Jesús Bravo fue violada y asesinada por grupos parapoliciales, Francisco Javier Rueda Alonso también fue atacado, quedando en estado muy grave y, debido a aquellas heridas, murió después de 8 años. No obstante, el Gobierno municipal no ha realizado ningún trabajo previo con la familia Rueda, que supo por la prensa que el Ayuntamiento iba reconocer a la familia Bravo, lo cual les ha llevado a vivir momentos difíciles».
En lo que se refiere a los vetos, EH Bildu ha sido excluido por las familias de Ordóñez, Múgica, Cuesta y Gómez. «Estos vetos han sido asumidos en primera persona por el alcalde de la ciudad, Eneko Goia, que no ha defendido ni a la institución que representa ni a la realidad sociopolítica donostiarra ante los que exigían la exclusión de EH Bildu», en opinión del grupo abertzale.
En tercer lugar y siempre según EH Bildu «se han utilizado varios de estos actos para profundizar en el relato único de vencedores y vencidos, un relato que no es compartido por la mayoría de la sociedad donostiarra».