Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un piso de prostitución situado en la avenida Isabel II de Donostia en una operación bautizada como Operación Cielo. La intervención policial permitió liberar a cinco mujeres que eran obligadas a ejercer la prostitución en condiciones degradantes y detener a tres personas de nacionalidad colombiana, entre ellas la presunta responsable del inmueble.
La delegada del Gobierno en el País Vasco, Marisol Garmendia, ha condenado los hechos y subrayado que “este tipo de esclavitud en pleno siglo XXI es inadmisible e intolerable”, además de agradecer el desempeño de la Policía Nacional en la lucha contra este tipo de delitos.
La investigación comenzó el pasado mes de junio, cuando una mujer decidió declarar ante las autoridades y aportar información detallada sobre el funcionamiento del piso. Su testimonio resultó clave, ya que coincidía con las sospechas previas de los agentes.
Según relató, las trabajadoras sexuales eran obligadas a pernoctar juntas en una única habitación, sin apenas espacio para moverse, y a permanecer disponibles las 24 horas del día. Solo podían salir un máximo de dos horas diarias, siempre acompañadas de otra compañera.
El inmueble, según la testigo, se encontraba en condiciones insalubres, infestado de cucarachas y otros insectos, hasta el punto de que fue necesaria una fumigación reciente. La responsable del piso se apropiaba del 50 % de los beneficios de cada servicio sexual, que se cobraban tanto en metálico como a través de plataformas de pago digital.
Semanas después, otra mujer corroboró íntegramente su declaración, y ambas coincidieron en que la gestora del local ejercía un trato despótico y humillante, obligándolas a satisfacer cualquier práctica solicitada por los clientes. Además, afirmaron que en algunos casos se suministraban drogas a quienes lo pedían.
Con el testimonio de una tercera víctima y la evidencia reunida, los agentes solicitaron autorización judicial al Juzgado de Instrucción número 5 de San Sebastián para registrar el domicilio. Durante el operativo se comprobaron las condiciones de hacinamiento extremo en las que vivían las mujeres y se intervino documentación que reflejaba un control exhaustivo de la actividad sexual, incluyendo hojas de registro con los servicios prestados. También se localizaron cámaras de vigilancia en varias estancias, como el pasillo, la cocina e incluso la habitación donde dormían las víctimas.
En total fueron liberadas cinco mujeres que se encontraban en el piso y detenidas tres personas -la presunta responsable, identificada como G.M.P.S., su hijo y una colaboradora- como presuntas autoras de delitos contra la libertad sexual y posibles responsabilidades vinculadas al tráfico de drogas.
Tras su detención, los tres fueron puestos a disposición judicial. El juez decretó la puesta en libertad de los acusados, imponiendo para la madre y el hijo la retirada del pasaporte, la prohibición de salir del territorio español y la obligación de comparecer mensualmente ante el juzgado.
Además de las cinco mujeres liberadas durante el registro, la investigación permitió identificar a otras cinco víctimas que también habían sido explotadas en el mismo domicilio y que ya han prestado declaración en dependencias de la Policía Nacional.



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