Agentes de la Ertzaintza detuvieron ayer a un joven de 17 años después de robar presuntamente un teléfono móvil en un local de Irun. Al parecer el autor encerró a empujones a la dependienta en la trastienda del local de telefonía y sustrajo el móvil de la zona del mostrador, tras lo cual la víctima tuvo que ser atendida en el ambulatorio. Dos horas después una patrulla observó la presencia de varios jóvenes, uno de los cuales coincidía con la descripción. Los agentes procedieron a identificarle y constataron que portaba un teléfono móvil. Fue detenido por un presunto delito de robo con violencia e intimidación y una vez realizadas las diligencias policiales quedó en libertad a disposición de sus padres.
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