Agentes de la Ertzaintza arrestaron en Irun ayer, jueves, a un motorista de 30 años por un presunto delito de sustracción de una motocicleta. Durante la persecución el acusado realizó varios adelantamientos temerarios y tras abandonar la motocicleta entró en un garaje donde fue reconocido y arrestado.
El inicio de los hechos se registraron sobre las 16.30 horas, cuando una patrulla uniformada se encontraba realizando labores de seguridad ciudadana en un vehículo oficial con distintivos. Los agentes estaban circulando a la altura del cruce del Hotel Urdanibia en el acceso a la GI-636, momento en el que observaron la presencia de una motocicleta marca Triumph de color verde, modelo similar a una que había sido sustraída esa misma mañana en un garaje.
El conductor vestía una cazadora de color verde y un casco amarillo fosforito.
Los ertzainas iniciaron un seguimiento del vehículo sin levantar las sospechas del motorista hasta que en un momento determinado el conductor incrementó la velocidad y los agentes pusieron en funcionamiento las luces y sirenas del vehículo policial. A continuación el motorista aumento su velocidad, zigzageando, hasta llegar a la rotonda del Hospital comarcal, desde continuó hacia Irun haciendo caso omiso a las señales lumínicas y sonoras de los agentes. Los agentes recibieron la confirmación de que se trataba de la motocicleta sustraída, por lo que continuaron la persecución a distancia, observando los adelantamientos temerarios del motorista hasta que llegaron a la rotonda de Oxin biribil, donde le perdieron de vista.
Minutos más tarde y tras pasar la descripción del motorista, un agente fuera de servicio informó de que había visto la motocicleta en la zona del ambulatorio de Dumboa. Unos agentes de paisano se desplazaron a la zona y la localizaron abandonada en una zona ajardinada del colegio de Zumboa. Tras hablar con un ciudadano, los agentes se dirigieron a una zona de garajes de la calle Bidasoa hacía la que se había marchado el sospechoso. Los ertzainas accedieron a uno de los garajes en el que se cruzaron con un varón que llevaba la marca en la cabeza de haber llevado un casco y portaba una chaqueta de color verde. Mientras uno de los agentes interpeló al sospechoso, el otro agente localizó en una plaza del garaje el casco de color amarillo fosforito. Tras confirmar que el citado individuo era el motorista autor de los hechos, los agentes procedieron a su detención.
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