El ente foral y los ayuntamientos gipuzkoanos realizarán un seguimiento y prestarán apoyo a las personas que cuidan a personas dependientes en el hogar en el marco de las prestaciones de dependencia, lo cual supone alcanzar una población objetivo de 10.353 personas en todo el territorio. Así se decidió ayer en la reunión de la Mesa Interinstitucional de Servicios Sociales de Gipuzkoa.
Este seguimiento, cuyo inicio está previsto para el año que viene, abarcará a las personas con PECE (Prestación económica para cuidados en el entorno familiar), si bien excepcionalmente cabría ampliarlo a personas con PEAP (Prestación económica de asistencia personal) en municipios pequeños, estimándose para ello un coste anual total de 632,272 euros, que incluye las horas anuales de trabajo de personal técnico y de personal administrativo, así como personal equivalente a jornada completa.
La diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, destacó que a través de este seguimiento “se pretende ver cómo evoluciona” el grado de dependencia de las personas dependientes y también “del entorno” que las cuidan, es decir, “si esa persona está en condiciones para cuidar al familiar y, si no lo está, para que se proceda a la contratación de un cuidador”. No obstante incidió en que si bien está previsto que dicho seguimiento se inicie en 2019, todavía falta trabajar con los ayuntamientos “los detalles”.
El seguimiento implica, en principio, la visita al domicilio de la persona dependiente. La diputada explicó que en aquellos casos en que la persona dependiente sea usuaria de servicios sociales formales la visita domiciliaria “puede ser sustituida por otras alternativas”.