El Ayuntamiento trabaja en impedir que un edificio residencial termine convertido en hotel «ante la proliferación de la actividad hotelera» de la ciudad, según ha anunciado esta mañana Eneko Goia. Esto requiere una modificación del plan general que se llevará al pleno de febrero con el objetivo final de que el uso residencial no pueda ser convertido en terciario.
El Ayuntamiento quiere que con la aprobación inicial de febrero se haga una suspensión cautelar de, por ejemplo, dos años para impedir que haya nuevos casos mientras se concreta la normativa definitivamente.
Esta norma no significa que se vaya a frenar la llegada de nuevos hoteles, sino que una parcela debe ser terciaria. «Lo que no queremos que es que parcelas de uso residencial vayan cayendo al uso terciario», ha concretado Goia.
«Es una medida preventiva, no tanto porque asistamos a un desalojo residencial para construcción de hoteles, pero sí es un riesgo. Y no nos gustaría que llegara».
Los edificios en que ha sucedido este fenómeno en Donostia estaban en su mayoría vacíos, ha añadido el alcalde.
Esnabide y Parte Vieja
Por otro lado en la Junta de Gobierno Local de esta mañana se ha aprobado de forma definitiva el Plan General de Ordenación Urbana para el ámbito de Esnabide. El alcalde de Donostia Eneko Goia ha explicado que en dicho ámbito, situado entre Molinao y Errenteria, «está prevista la construcción de 249 viviendas, 173 de ellas VPO, y 76 tasadas». Del mismo modo se crearán 135 plazas de aparcamiento para coches y 243 plazas para bicicletas.
El objetivo de esta modificación del Plan General es optimizar el aprovechamiento racional de los escasos recursos espaciales disponibles. Asimismo destaca que el ámbito ofrece buenas condiciones de habitabilidad, permite la optimización en el funcionamiento de las redes de movilidad y transporte público, además del disfrute y utilización por parte de la población de los recursos naturales y paisajísticos del entorno.
Y dentro de este mismo capítulo la Junta de Gobierno Local ha aprobado de forma provisional la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de la Parte Vieja.
El objetivo de este plan es proteger los usos residenciales como destino propio y característico de las viviendas, así como limitar los usos vinculados al constante crecimiento del atractivo turístico tales como usos hosteleros y hoteleros mediante la prohibición expresa de implantar esos usos en plantas altas de las edificaciones de carácter residencial.