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Abusos

Eibar: juicio al acusado de años de abusos sexuales a sus sobrinas pequeñas

Según la Fiscalía a una de ellas llegó a amenazarle con una escopeta si contaba lo que estaba pasando; la acusación particular pide 48 años de cárcel para el hombre, que hoy tiene 57

(EFE). Un vecino de Eibar será juzgado mañana en la Audiencia de Gipuzkoa acusado de agredir sexualmente durante varios años a dos sobrinas desde que las niñas tenían entre 3 y 12 años, además de que a una de ellas supuestamente llegó a amenazarle con una escopeta si contaba lo ocurrido.

La acusación particular que ejerce la letrada de la Asociación Clara Campoamor, Cristina Ramos, pide penas que suman 48 años de cárcel para el inculpado, 18 más que la Fiscalía de Gipuzkoa, que reclama 30 años. En la actualidad el acusado tiene 57 años, mientras que sus víctimas cuentan con 35 y 25.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, la relación de parentesco existente entre el procesado y las víctimas habría facilitado que todos ellos coincidieran «con asiduidad en reuniones y encuentro familiares» en la vivienda de la abuela de las niñas y madre del procesado. No obstante, los abusos también se habrían producido en un garaje «de la familia» situado en la localidad armera.

La acusación particular desvela que una de las niñas, ante la imposibilidad de poder contar lo que le ocurría, «dejó constancia» de lo ocurrido en su diario. A consecuencia de estos hechos, una de las hermanas padece un trastorno por estrés postraumático por el daño sufrido, mientras que la otra sufre daño psíquico y tiene una personalidad «vulnerable» entre otros padecimientos.

Ejemplos terroríficos
El texto de la Fiscalía aclara que el tío «aprovechaba las ocasiones en las que se quedaba a solas con sus sobrinas» para presuntamente someterlas a tocamientos «con el pretexto de que sólo eran un juego» y «siendo frecuente que les exhibiese pornografía antes y después de los mismos». El escrito detalla un episodio sufrido en el citado garaje por la mayor de las hermanas, cuando la niña tenía ocho años y, con la excusa de enseñarle un perro, la alzó para presuntamente introducirle los dedos en la vagina «causándole gran dolor» durante el movimiento que luego hizo para volver a bajarla.

«En distintas ocasiones, el procesado acompañó los tocamientos con fuertes agarrones en el brazo de la pequeña o con anuncios de causar un mal grave a sus padres si se atrevía a contar lo que estaba pasando, e incluso llego a apuntarle con una escopeta, causándole gran terror», detalla el documento, según el cual, la otra hermana «recibió la misma clase de presiones y amenazas para tener encuentros de carácter sexual con él».

De esta manera, «con ánimo libidinoso», el hombre le habría obligado en repetidas ocasiones «a realizarle tocamientos y felaciones», mientras que el propio encausado habría practicado sexo oral y tocamientos a la menor. Una de estas situaciones habría tenido lugar cuando la pequeña tenía 11 años, en la habitación del hombre, donde éste presuntamente le obligó a ver «escenas de sexo explícito» y supuestamente abusó de ella.

Ambas acusaciones consideran que estos hechos son constitutivos de dos delitos continuados de agresión sexual a menores de 16 años y de otros dos, también continuados, de exhibición de material pronográfico. EFE


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