El Aita Mari iba a retornar a España para realizar un mantenimiento durante la pandemia del coronavirus. Sin embargo la tripulación se ha visto obligada a cambiar de opinión tras recibir en la noche de ayer, mientras navegaba por Sicilia, una comunicación de emergencia por la situación de entre tres y cuatro pateras.
La ONG Alarm Phone informó anoche al buque de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) de que hay tres barcos en peligro en la zona de búsqueda y rescate de Malta con, al menos, 173 personas a bordo. Además hay una cuarta con unas 85 personas con la que se ha perdido el contacto. Una de las pateras lleva cuatro noches en alta mar: no queda agua potable a bordo, hay cinco personas inconscientes y viajan mujeres y niños.
«La previsión meteorológica empeora y, todavía, no podemos informar sobre la localización de ninguna de las embarcaciones», advierte la tripulación del Aita Mari en un comunicado.
«En esta situación denunciamos que ninguna autoridad europea (a través de la misión marítima de Frontex) ni tampoco los países ribereños (Italia y Malta) han movilizado, como marca la ley, a sus unidades de rescates. En cambio un buque civil se ve obligado a responder a esta emergencia».
SMH denuncia esa falta de responsabilidad que se traduce, por ejemplo, en que ayer llegó una patera de goma con 101 personas a bordo a Sicilia. «Esos náufragos recorrieron entre 300 y 500 kilómetros desde Libia en una embarcación precaria y sobrecargada sin que nadie les ofreciera auxilio».
Y entre algunos rescates siempre hay lugar para las tragedias: «el 9 de abril se denunció el ataque por parte de la Marina maltesa a una patera. Según recogen los supervivientes, la patrullera, identificada con el número P52 se aproximó hasta ellos y cortó el cable del motor para evitar su entrada en aguas del país. El incidente lo recogió el New York Times».