Donostia renueva su adhesión a la iniciativa internacional a ‘Ciudades por la Vida/Ciudades contra la pena de muerte’ promovida por la Comunidad de Sant’Egidio y Amnistía Internacional, que se conmemora el 30 de noviembre desde hace 18 años. Así la fachada del Ayuntamiento se iluminará de rojo para reivindicar la abolición de la pena capital.
Este día se conmemora el aniversario de la primera abolición de la pena de muerte en el mundo, que tuvo lugar en el Gran Ducado de Toscana en 1786. Más de 2.000 ciudades en todo el mundo como Berlín, Ámsterdam, Roma, Ginebra, París o Nairobi iluminan edificios representativos para mostrar el rechazo de la ciudadanía a la pena de muerte.
En el Estado español son más de 30 los municipios que se suman a esta propuesta.
Según se recoge en el Informe Global de Amnistía Internacional ‘Condenas a muerte y ejecuciones’, durante 2019 se registraron 657 ejecuciones en 20 países. Esta cifra supone una disminución del 5% respecto a 2018. Se trata del número más bajo de ejecuciones registradas por la organización en los últimos 10 años.
Más de dos tercios de los países del mundo ya han abolido la pena de muerte en su legislación o en la práctica. No obstante, aún queda mucho camino por recorrer hasta su absoluta prohibición. Y es que ningún país abolió la pena de muerte en 2019 y al finalizar el año había al menos 26.604 personas en corredores de la muerte.
La mayoría de las ejecuciones tuvieron lugar en China -donde no hay cifras fiables, ya que son secreto de Estado-, Irán, Arabia Saudí, Vietnam, Irak y Egipto, respectivamente.