San Sebastián, 23 jul (EFE).- El batería Bill Bruford, que participó en grupos como King Crimson, Yes o Génesis y lideró después la banda de jazz británica Earthworks, ha recibido este miércoles, «sorprendido» y «emocionado», el premio Donostiako Jazzladia.
Bruford, que ha recibido el galardón de manos del alcalde de la ciudad, Eneko Goia, es uno de los tres premios, junto con la cantante Dee Dee Bridgwater y el guitarrista Marc Ribot, que el Festival de Jazz de San Sebastián otorga este año en el que celebra su 60 edición.
El artista británico ha recordado que creció con el jazz, una música que escuchó desde muy joven a una edad «muy impresionable», pero luego se alejó del género, se encaminó al rock y participó en los grupos del denominado rock sinfónico durante varias décadas.
Para Bruford las características que definen a un buen batería se explican con las tres «es», en inglés, ‘elegant’, ‘effortless’ (fácil) y ‘economic’, unas condiciones que a su juicio cumplen tres de sus baterías de cabecera: Max Roach, cuya imagen figura en el cartel del Jazzaldia de este año, Art Blakey y Joe Morelo.
Sobre su vuelta al jazz, ha señalado que a veces es necesario abandonar una ribera del lago para alcanzar la otra.
«Me he criado en los dos géneros, pero era demasiado jazzero para el rock y demasiado roquero para el jazz. Era un ‘outsider'», ha reconocido.
Sin embargo considera que en las nuevas generaciones estas fronteras se han diluido y el jazz se funde con el hip hop y con otras músicas.
«Antes, si te gustaba Jimi Hendrix, no te podía gustar John Coltraine, pero eso ha cambiado y es una gran mejora», ha opinado.
Bruford ha explicado las razones por las que dejó de actuar en directo en 2009 y no volvió a los escenarios hasta 2024.
«Estaba quemado y muy cansado, sobre todo por la parte administrativa que suponía gestionar el grupo porque no teníamos manager. Me tenía que encargar de todo en una época en la que no existían móviles o correo electrónico», ha explicado.
Durante el tiempo que estuvo ausente de los escenarios, mantenía la batería en su casa, pero no sentía la necesidad de tocarla hasta que al cabo de 13 años creyó que su mente y su corazón habían «cargado pilas» y eso le llevó a pensar que «tenía que volver».
Hoy estará en Fnac Gunea, una de las terrazas que rodean al Auditorio Kursaal, con Peter Roth Trio, junto con el bajo Mike Pratt.
Al ser preguntado sobre el repertorio previsto, ha reconocido que si lo supiera lo diría.
«Será una improvisación. Me encanta que la gente vaya a un concierto sin saber qué es lo que va a escuchar», ha afirmado.
«El problema es que el público quiere un producto y, cuanto más paga por la entrada, más quiere saber exactamente qué canciones se van a tocar, pero en el jazz no es así», ha indicado.



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