El cine vasco celebró ayer su gran noche en el Festival de San Sebastián con la tradicional Gala del Cine Vasco, que volvió a llenar el Teatro Victoria Eugenia de reconocimientos y emociones. Una cita en la que la industria audiovisual no solo miró a su pasado y a su futuro, sino que también quiso recordar la situación en Palestina.
El Premio Zinemira de este año fue para Asier Altuna y Telmo Esnal, en homenaje a la película Aupa Etxebeste, estrenada hace ya dos décadas y considerada un hito para el cine en euskera. Los directores compartieron el galardón con todo el equipo que hizo posible aquella comedia que marcó a una generación y abrió nuevas puertas para la producción en la lengua vasca.
Además, la joven realizadora bilbaína Sara Fantova recibió el premio Egile Berriak de EITB por su último trabajo, Jone, batzuetan, una mirada fresca y prometedora sobre las relaciones familiares y el edadismo. La gala también dejó otros reconocimientos: Borja Cobeaga fue premiado por el mejor guion del año con Los aitas, Miren Gaztañaga recibió el galardón EAB Bultzada, y Arantxa Etxebarria celebró el éxito de taquilla de Infiltrada.
La música corrió a cargo de ZETAK, que encantó al público con su potente espectáculo cargado de mitología.
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