(EFE). El jurado encargado de enjuiciar la muerte de Santi Coca, el menor que falleció en el hospital dos días después de recibir una paliza el 26 de abril de 2019 en el exterior de una discoteca donostiarra, ha declarado culpable de homicidio por imprudencia grave con la atenuante de intoxicación etílica al joven acusado de su muerte.
El procesado también ha sido considerado culpable de un delito de lesiones leves cometidas sobre el hermano de Santi Coca.
El jurado ha llegado a esta conclusión tras deliberar durante un día, después de recibir ayer el cuestionario con el objeto del veredicto de manos del magistrado presidente del tribunal.
Al término de la lectura del fallo, a primera hora de esta tarde, en la Audiencia de Gipuzkoa se ha celebrado una vistilla donde las partes han adecuado sus peticiones de penas al veredicto del jurado.
De esta manera, tanto la Fiscalía como la acción popular, que ejerce el Ayuntamiento de San Sebastián, han reclamado que se imponga al procesado una pena de cuatro años de cárcel, mientras que la defensa ha solicitado uno.
Inicialmente, el Ministerio Público demandaba quince años de prisión por un delito de homicidio, el consistorio donostiarra veinte por uno de asesinato, y la defensa la libre absolución.
Libertad provisional
Seguidamente, el magistrado presidente ha decretado la libertad provisional del acusado por esta causa, dado que lleva en prisión dos años y nueve meses, cuando la pena máxima a la que podría ser condenado ahora es de cuatro años de los que eventualmente ya habría cumplido más de la mitad.
Todo ello sin perjuicio de que pueda continuar encarcelado en caso de tener otras causas pendientes de cumplimiento de pena, como ha advertido el juez.
Según ha considerado probado el veredicto del jurado, los hechos sucedieron sobre las 5 horas del 26 de abril de 2019 a la altura de la salida de emergencia de la discoteca ‘Gu’, donde «se produjo una discusión entre un grupo de personas» entre las que estaba Santi Coca y otro en el que estaba el acusado.
En este contexto, Coca propinó un golpe al imputado quien a su vez «empezó a golpear con violencia» al menor y «lo condujo con golpes hasta la pared de la discoteca», donde «cayó al suelo» a causa también de los golpes de «varios implicados».
En este contexto, «cuando Santi Coca estaba en el suelo fue golpeado violentamente con patadas por el procesado en diversas partes el cuerpo», entre las que se encontraba la cabeza.
A pesar de ello, el jurado ha declarado probado por unanimidad que el encausado «no tenía intención de crear un riesgo importante para la vida» del fallecido, ya que para él incidente fue «como una pelea más» donde no tenía «más intención que la de responder a una provocación sin tener en cuenta la posibilidad de un fatal desenlace».
Por todo ello, cree que el encausado «no se representó la posibilidad de que Coca pudiera morir», si bien «era fácil darse cuenta del riesgo que creó con su acción y cualquier otra persona en su lugar se habría dado cuenta de ello».
Hemorragia cerebral
En cuanto a la causa de la hemorragia cerebral que causó el fallecimiento de Coca, el jurado ha señalado que «tiene su origen en los golpes que le propinaron en la agresión, pero no sólo los del acusado» ya que cualquiera de los impactos «pudo ser el origen» del sangrado.
El veredicto también considera probado que el hermano de Santi Coca recibió golpes del procesado, mientras intentaba proteger con su propio cuerpo a su hermano tendido en el suelo.
Finalmente, el jurado no se ha mostrado favorable a que la condena de prisión no le sea suspendida al acusado, ni tampoco de que se solicite el indulto para él.
En declaraciones a los periodistas al término de la vista, el abogado defensor, Alejandro Palacio, ha declarado que su cliente «no tenía ninguna voluntad de causar el triste desenlace que ocurrió aquel día».
Palacio ha dicho que tanto él como su patrocinado lamentan «muchísimo» la muerte del menor y ha opinado que el jurado «ha estado muy acertado», porque «no había ninguna intención de matar» por parte de su representado.
Por su parte el abogado del Ayuntamiento de San Sebastián, Iñaki Tina, ha asegurado que él pretendía una mayor condena para el procesado porque entiende que «estaba más significado que el resto» de intervinientes en el incidente, a pesar de lo cual ha dicho que hay que «aceptar» el veredicto del jurado.
Este es el segundo juicio por la muerte de Santi Coca que se celebra en la Audiencia de Gipuzkoa. El primero de ellos tuvo lugar entre mediados de noviembre y primeros de diciembre de 2023, y se saldó con la absolución de cuatro jóvenes y la condena de un quinto a tres años y medio de cárcel por homicidio imprudente con la atenuante de intoxicación etílica.
En esa oportunidad no estuvo presente el sexto procesado, quien huyó antes de la cita y no fue capturado hasta el pasado 27 de febrero en Francia, desde donde luego fue entregado a España por las autoridades galas para ser juzgado en esta segunda vista celebrada ahora. Más información, aquí.
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