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Tribunales

El masajista acusado de agredir a tres menores en Donostia pide la nulidad de actuaciones

Según la defensa por la actuación de la Fiscalía se ha producido "un efecto cadena" en las peticiones del resto de acusaciones

Concentración de EH Bildu el 13 de mayo de 2021 tras conocerse la detención del masajista. Foto Santiago Farizano

 (EFE). La defensa del masajista acusado de agredir sexualmente en San Sebastián a tres chicas de 13, 14 y 15 años ha pedido que se declare la nulidad de actuaciones del procedimiento «por pérdida de objetividad» de la Fiscalía en este caso.

El Ministerio Público solicita penas que suman 45 años de cárcel para este profesional por presuntamente practicar distintas sesiones de masajes de índole sexual a las tres adolescentes, a quienes se las habría ofrecido «con el fin de aliviarles la tensión, la ansiedad y el estrés que podían padecer».

En la misma línea que la Fiscalía, cada una de las tres víctimas solicita quince años de cárcel para el procesado, que suman un total de 45 años de prisión.

En su escrito de defensa, al que ha tenido acceso EFE, el masajista opina que el hecho de que la Fiscalía haya solicitado unas «penas máximas» para él y una responsabilidad civil «jurisprudencialmente inusual», que asciende en conjunto a 160.000 euros, «ha provocado un efecto cadena» en las peticiones del resto de acusaciones.

El encausado, representado en este procedimiento por el letrado Juan E. Fanjul, explica que en Gipuzkoa otros casos de «mayor gravedad» no se han aproximado «a una tercera parte» de las penas que se reclaman para él.

Critica por otra parte que la reclamación económica por su eventual responsabilidad civil «excede con creces los importes contenidos en el auto de procesamiento» ya que son «casi un 1.700 %» mayores.

De esta manera, prosigue el documento de la defensa, los escritos de acusación presentados «implican una imputación penal muy superior a la recogida en el auto de procesamiento, así como una responsabilidad civil desorbitada en relación a la contemplada en este documento y confirmada con el auto de conclusión sumarial, lo que sitúan a su cliente en una «situación de evidente indefensión».

En otro apartado de su escrito, la defensa niega además «la totalidad de los hechos» que se imputan a su patrocinado y sostiene que los masajes de los que se le acusa no obedecen a «unas normas de la lógica» cuya finalidad «atendiese a una finalidad de abusos en las víctimas». Más sobre el tema, aquí.


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