El Movimiento Anti incineración llama a la «desobediencia» como respuesta a las cartas que ha comenzado a enviar Biodonostia a los ciudadanos para llevar a cabo pruebas médicas de cara al futuro funcionamiento de la incineradora, medida que acordó con la Diputación de Gipuzkoa «para poder detectar cambios si los hubiera». En la nota Biodonostia se refiere concretamente a la medición de metales pesados como manganeso, niquel, cobre, arsénico, cromo… además de una pequeña encuesta sobre los hábitos de vida del ciudadano en cuestión.
El Movimiento Anti incineración recuerda que ya existen esas pruebas «y todas hablan de la relación de vivir cerca de una incineradora y la aparición de enfermedades», y dice no entender el envio de estas solicitudes «con un coste de 450.000 euros». Y acusa a los promotores de utilizar a Osakidetza.
«Hacemos un llamamiento a la desobediencia y a utilizar el teléfono que han facilitado para llamar y preguntar sobre todo esto, donde podemos mostrar nuestra preocupación, contrariedad y nuestra protesta. Pedimos a los vecinos que llamen a partir del lunes a la mañana».
Desde el Movimiento Anti Incineración vuelven a abogar además por una gestión de los residuos más barata y saludable.