El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha desestimado el recurso presentado por Fundiciones Gelma S.A. y ha confirmado la sentencia del Juzgado de lo Social de Eibar que condenaba a la empresa a indemnizar con 199.530,64 euros a la familia de Antonio M., trabajador fallecido en 2009 a causa de un cáncer pulmonar derivado de la exposición laboral al amianto y la sílice.
La Asociación Vasca de Víctimas del Amianto (ASVIAMIE) ha hecho público que Antonio M. trabajó desde 1966 en las empresas ELMA S.A. y Fundiciones Gelma S.A.L., donde estuvo expuesto durante años a estas sustancias sin las debidas medidas preventivas. Informes de Osalan ya señalaban la ausencia de protecciones respiratorias, la existencia de humos, gases y polvo en las instalaciones, y la falta de sistemas de ventilación en áreas de fundición y prensas.
En 2008 se le diagnosticó un cáncer de pulmón, y en 2024 el INSS reconoció la enfermedad como profesional, otorgando a su viuda las prestaciones correspondientes. La sentencia del Juzgado de Eibar del 29 de mayo de 2025 desestimó la prescripción alegada por la empresa y condenó a Fundiciones Gelma a indemnizar con 122.313,14 euros a la viuda y 77.217,50 euros al hijo del trabajador, más intereses.
El TSJPV ha rechazado ahora los nueve motivos del recurso de suplicación de la empresa, al considerar que no se acreditó error alguno en los hechos probados y que la valoración de la prueba fue correcta. La Sala subraya que la exposición al amianto quedó acreditada mediante informes técnicos y testificales, y recuerda que la condición de fumador del trabajador no exime de responsabilidad a la empresa.
La sentencia incide también en el efecto disuasorio de las indemnizaciones frente al incumplimiento de las medidas de prevención laboral. Fundiciones Gelma deberá abonar además las costas del recurso (900 euros más IVA) y pierde el depósito judicial correspondiente.
Desde la Asociación Vasca de Víctimas del Amianto (ASVIAMIE) han expresado su satisfacción por el fallo, destacando que “las empresas deben adoptar rigurosas medidas preventivas frente a las múltiples sustancias cancerígenas, dado el número de enfermedades y muertes que causan”. La asociación recuerda que las enfermedades profesionales derivadas de exposición a agentes tóxicos constituyen “un drama mucho más grave que los accidentes de trabajo”, y anima a los trabajadores y familiares afectados a reclamar la investigación y reconocimiento de estos casos.
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