La sala Etorkizuna Eraikiz Gunea ha acogido esta tarde un encuentro de reflexión y diagnóstico sobre la realidad que viven las personas LGTBi+ en Gipuzkoa. La jornada, en la que han participado expertos como Lucas R. Platero Méndez, Mireia Espiau y Zaira Garcia Dafonte, ha servido para analizar las discriminaciones existentes en el territorio y dialogar sobre las necesidades de diferentes grupos y personas. El acto estaba organizado por Gehitu y por la Diputación.
El estudio revela que es en los espacios con menor regulación donde las personas LGTBI+ más discriminaciones directas manifiestan, es decir, en los espacios públicos, de ocio, cultura y deporte, así como en las redes sociales y en el marco de la familia y las amistades.
Respecto a los espacios públicos, muchas de las discriminaciones sufridas corresponden a agresiones de rechazo –miradas, dificultades de acceso, etc.– y verbales –insultos, comentarios–, situaciones que se elevan en poblaciones inferiores a 11.000 habitantes, algo que justifica que en ocasiones residentes LGTBI+ abandonen su municipio natal buscando el anonimato y el desarrollo libre y más pleno de su sexualidad.
En el caso de los espacios con mayor regulación -educación, sanidad, administración y justicia- las discriminaciones indirectas son las más advertidas, es decir, la omisión de las necesidades de la comunidad LGTBI+ por parte de las instituciones. Algunos perfiles trans, más aún si son de origen extranjero, han manifestado tener serias dificultades de acceso al mercado laboral, teniendo que acudir a trabajos precarios y estigmatizados para su supervivencia. Asimism, las mujeres y personas no binarias han denunciado con frecuencia serias agresiones machistas en espacios de fiesta, donde interseccionan ser lesbiana y mujer por ejemplo.
En consecuencia, las personas LGTBI+ guipuzcoanas declaran no sentirse del todo seguras. Tampoco sienten que la diversidad afectivo-sexual y de género esté visibilizada en nuestra sociedad. Todavía existe un gran número de personas en nuestro territorio que no pueden ser quienes quieren con total libertad y tranquilidad, así como desarrollarse sin miedo.
Por todo ello, una de las principales demandas de las personas LGTBI+ es la de crear infraestructuras y marcos no excluyentes. Es decir, baños y vestuarios no binarios, una nueva Ley LGTBI+ Vasca, recursos para sensibilizar y visibilizar, compromiso e identificación de espacios seguros, etcétera. Finalmente se concluye que los perfiles más vulnerables son aquellos en los que interseccionan múltiples características posibles de discriminación: solicitantes de asilo, mujeres trans extranjeras y jóvenes trans.
El diagnóstico evidencia la edad como factor íntimamente ligado a las identidades más transgresoras: no binaria, transgénero, agénero y un sinfín de opciones más allá de las dos hegemónicas (mujer, hombre) se sitúan, sobre todo, en las personas más jóvenes. También el aumento de edad parece polarizar las orientaciones afectivo-sexuales, es decir, hay muchas más personas bisexuales jóvenes que adultas, en cambio, hay muchas más adultas lesbianas y gais que jóvenes.
Esta iniciativa se enmarca dentro del Plan Foral de Convivencia en la Diversidad de la Dirección de Convivencia y Derechos Humanos de la Diputación, un plan de acción que busca promover la diversidad y la no-discriminación para garantizar la igualdad de oportunidades de toda la ciudadanía. El estudio viene a responder a la necesidad de realizar un diagnóstico que nunca antes se había realizado en nuestro territorio.
El estudio, que ha contado con una perspectiva feminista e interseccional, se ha basado en una muestra de 275 personas.