El sistema encargado en España de la gestión del aceite industrial usado, SIGAUS, logró recuperar 12 millones de litros en 2018 en Euskadi. El resultado: más de 5 millones de litros de nuevos lubricantes retornados al mercado y casi 21.500 toneladas de CO2 ahorradas.
El aceite lubricante que es imprescindible para hacer funcionar los motores de todo el parque de vehículos (turismos, pesados, especiales, etc.) y todo tipo de maquinaria (desde la industrial, a la agrícola o la de obra) se convierte, al final de su vida útil, en un residuo peligroso y de los más contaminantes que existen. Sin embargo, puede recogerse y reciclarse al 100%, generando con él nuevas materias primas o energía.
En 2018 en el País Vasco se recogieron 20.143 toneladas brutas (incluyendo el agua y sedimentos con los que el aceite usado suele presentarse), lo que equivale a 82 toneladas cada día, laborable, del año.
Esta recogida exige un sistema logístico que llegue a todos los rincones en los que se produce una gota de aceite usado. Y es que la amplísima diversidad de usos del aceite industrial provoca que la generación de su residuo sea extremadamente fragmentada y dispersa en todo el territorio.
En el País Vasco, 2.895 establecimientos generaron aceites usados en 2018. El 69% de ellos fueron establecimientos que generaron pequeñas cantidades de aceite usado (un máximo de 2.000 kg al año). Por tipologías, el 46% de puntos generadores fueron talleres de reparación de vehículos. Junto a ellos, se recogió residuo en 806 industrias y otras 769 instalaciones de diverso tipo, desde construcción a agricultura, hostelería u otros servicios. En total, se realizaron 8.438 recogidas (34 recogidas cada día laborable del año), siendo la más frecuente de apenas 780 kg (aproximadamente cuatro bidones de aceite usado).