Koldo Mitxelena Kulturunea (KMK) está en pleno proceso de transformación. La obra de rehabilitación del salón de actos, el único espacio pendiente de intervención, ha sido recientemente adjudicada. Está previsto que las obras finalicen dentro de un año y que el centro cultural vuelva a abrir sus puertas en otoño de 2026.
Así se ha anunciado esta mañana durante una visita a las obras en la que han participado la diputada de Cultura Goizane Álvarez, el director de Promoción Cultural Isaac Palencia, el jefe de servicio de Promoción Cultural y KMK, Patxi Presa, la arquitecta foral Yolanda Zorita y el director de obra, Jovino Martínez.
Con una superficie de 7.200 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas, el Koldo Mitxelena cerró sus puertas en junio de 2023 tras casi 30 años de servicio para acometer una reforma parcial que incluye la renovación de instalaciones, la eliminación de las filtraciones de agua en la cubierta y la actualización de la accesibilidad conforme a la normativa vigente.
«Los trabajos no solo atienden a cuestiones técnicas: suponen también una oportunidad para repensar el centro cultural y adaptarlo a los cambios sociales y culturales de las últimas décadas, como la digitalización o las nuevas formas de creación y consumo cultural», ha señalado Álvarez.
La reforma permitirá que el edificio sea más luminoso, accesible, confortable y seguro, además de ampliar los metros cuadrados disponibles para el público.
Los trabajos incluyen la renovación integral de la cubierta, lucernarios e instalaciones para mejorar la eficiencia energética y el confort; la restauración de las fachadas originales de 1912; la instalación de dos nuevos ascensores y mejoras en los accesos para garantizar la accesibilidad universal; la creación de nuevos espacios en los patios de la planta baja tras el cierre de sus suelos; la reconversión del antiguo paraninfo en una sala de lectura general, que pasará a denominarse Sala Lagun.
También contemplan la habilitación de una nueva área para investigadores en la segunda planta, donde anteriormente se encontraban oficinas; la mejora de la iluminación, los acabados interiores y el diseño de espacios comunes como el vestíbulo, así como la reorganización de los usos por plantas siguiendo una “escala sonora” que optimiza la experiencia de lectura, estudio, investigación y participación.
Mientras duren las obras, los servicios de KMK seguirán funcionando en otros emplazamientos. La programación cultural continúa en el Convento Santa Teresa, en la Parte Vieja de Donostia; el servicio de préstamo se ofrece en la calle Reyes Católicos, 18 y los 300.000 documentos del fondo bibliográfico se conservan en el Archivo Histórico de Oñati.
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