San Sebastián, 30 oct (EFE).- La delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, ha asegurado que los casos de menores extranjeros abandonados por sus padres para que sean atendidos por los servicios sociales son «aislados», «se detectan y solucionan», por lo que no debe hablarse de un tipo de fraude «generalizado».
Garmendia se ha referido, a preguntas de los medios informativos durante un acto celebrado este jueves en San Sebastián, a la reciente detención por parte de la Policía Nacional de un hombre de 54 años por un presunto delito de abandono de menor, tras haber dejado supuestamente a su hijo en mayo pasado en un centro de acogida de la capital guipuzcoana.
El arresto se produjo hace unos días en el marco de una operación llevada a cabo por agentes de la brigada provincial de extranjería y fronteras de Gipuzkoa, según informó ayer el Ministerio del Interior en un comunicado.
En esta nota indicó también que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han detectado «la llegada a España de menores extranjeros acompañados de sus progenitores» que posteriormente son «abandonados» para que se presenten en dependencias policiales, centros de menores y organismos públicos diciendo que están «en situación de desamparo».
La delegada del Ejecutivo español en el País Vasco ha señalado este jueves al respecto que se trata de «casos aislados, de fraude evidentemente, pero que no van más allá».
Ha insistido en que se trata de hechos «puntuales» de progenitores que «consideran que sus hijos van a estar mejor atendidos aquí que con ellos mismos en sus países» y optan por este tipo de comportamientos «denunciables».
«Lo importante es que se detectan -ha destacado-, como en este último caso, por la Policía Nacional, y ese padre finalmente se ha llevado a su hijo que es lo que tiene que hacer».
Garmendia ha concluido por tanto que «son casos aislados, que se detectan y se solucionan, devolviendo los menores a sus padres», por lo que es un comportamiento fraudulento que «no se puede generalizar».



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